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El año negro de la prensa

Nunca ha habido tantos periodistas encarcelados, mientras continúan las muertes en misión informativa

"Vas a morir. ¡Si no es hoy, ten por seguro que será mañana! Y tu muerte será inscrita en las páginas gloriosas del movimiento islámico". En Argelia, a una hora de vuelo desde Madrid, un mensaje como el antes reproducido fue recibido en 1993 por numerosos periodistas. Para nueve de ellos las amenazas se convirtieron en realidad durante ese año y otros cinco más han caído en lo que va de 1994.Los catorce informadores muertos en la guerra civil de Argelia ocupan la cabecera del siniestro palmarés de 1993, el año en que murieron 75 periodistas en misión informativa en diferentes lugares del mundo, según la Unesco. Datos todos ellos que fueron recordados ayer, en que se celebraba el Día Internacional de la Libertad de Prensa, instituido por las Naciones Unidas.

Argelia ha sobrepasado los horrores de la antigua Yugoslavia. En Bosnia, donde se calcula en 200.000 el total de víctimas producidas por la guerra, las bombas y los francotiradores se encargan también de fijar los límites de la libertad de expresión. Lo más cruel es el elevado número de muertos entre periodistas free lance (los que trabajan por libre, sin el paraguas de un medio en concreto). En los casi tres años que dura ya esta guerra han muerto por lo menos 44 informadores, según la Unesco -66, de acuerdo con la Federación Internacional de Periodistas-, mientras que sólo murieron 34 durante los 15 años que duró el conflicto de Vietnam.

Sería absurdo dejarse llevar por una teoría conspirativa contra los medios de comunicación. La violencia contra los periodistas sólo refleja el contexto violento de un país, pero su abundancia es un síntoma de la multiplicación de conflictos "olvidados". Rusia es uno de los ejemplos: de los ocho periodistas muertos en 1993, siete lo fueron durante el intento golpista de octubre, en las cercanías del Parlamento asediado o de la Radiotelevisión.

A las muertes se añaden las detenciones y encarcelamientos. Nunca ha habido tantos periodistas en prisión como ahora, según los datos aportados por Reporteros sin Fronteras, una asociación nacida en Francia, que cuenta con secciones en España y otros países.

Una vez más hay que mencionar a Argelia. No es el país que más periodistas mantiene en prisión, pero sí el que contesta a la violencia integrista con censura de prensa, suspensión de periódicos y detenciones. Desde comienzos de año han sido arrestados seis periodistas del diario independiente El Watan y el director del Alger-Republicaine. Todos ellos han salido posteriormente en libertad. No es el caso de Salah Gouami, director de El Mounquid, semanario vinculado al FIS, de quien no se tienen noticias desde su detención a primeros de año.

En China, el régimen comunista hace compatible el encarcelamiento de periodistas con el "socialismo de mercado" y la apertura a la inversión extranjera. Veinticuatro periodistas se encuentran entre rejas, en su mayoría por "ideas contrarrerevolucionarias" o delitos "contra el Estado", siempre según Reporteros sin Fronteras. Las restricciones a la libertad de información en China llegan al extremo de impedir el uso de antenas parabólicas sin permiso oficial.

El Gobierno turco, por su parte, celebró el día internacional de los derechos humanos, el 10 de diciembre pasado, con el arresto de 150 personas, entre ellos varios periodistas del importante diario Ozgur Gündem. Todo ello sin olvidar los encarcelamientos en Siria, Irak, Libia o Birmania, entre otros países que se distinguen por reprimir la libertad de información (véase mapa).No hay mejoras

Los cuatro primeros meses de este año de 1994 no han arrojado síntomas de mejora. El 1 de enero, 124 periodistas estaban encarcelados en el mundo, según Reporteros sin Fronteras; hoy, la cifra contabilizada sobrepasa los 140.

El radicalismo contra la prensa no crece sólo entre el extremismo islámico o en las zonas donde se desarrollan las guerras civiles. Según informa la agencia Efe desde Italia, el arzobispo de L'Aquila, Mario Peressin, también ha aportado su grano de arena contra la información: dice que los periodistas son unos "hijos de Satanás".

Una simple placa de mármol en Sarajevo

Una simple placa de mármol recuerda desde ayer en Sarajevo, la capital de Bosnia, a los periodistas muertos a lo largo del conflicto en la antigua Yugoslavia, entre ellos el español Jordi Pujol Puente.Durante una breve ceremonia, a la que asistieron doscientas personas, el primer ministro de Bosnia, Haris Silajdzic, y el director general de la Unesco, Federico Mayor, destacaron el coraje de los periodistas que arriesgan sus vidas para describir al mundo la realidad de los conflictos, informa la agencia Reuter."Deseamos rendir un tributo no sólo a los que han pagado con sus vidas, sino también a todos los que trabajan en tan difíciles condiciones", dijo el director general de la Unesco. Federico Mayor piensa aprovechar su viaje a Sarajevo para insistir "en la necesidad de renovar el llamamiento por la paz, la renuncia de la violencia y la necesidad de encontrar la vía de una solución pacífica al drama que conoce este país", según un comunicado de la Unesco.

Esta organización se ocupa en la actualidad de reconstruir la Biblioteca Nacional de Sarajevo, de edificar escuelas y de ayudar a medios de comunicación.

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