Todas las confesiones tendrán el rango de la religión católica en las aulas

La asignatura de religión católica deberá tener, por sentencia judicial, consideración de materia fundamental. Pero el mismo trato académico que reciba esta asignatura será otorgado a las enseñanzas de las otras tres confesiones que tienen acuerdos con el Estado: protestantes, musulmanes y judíos. La Administración prevé destinar una parte de su inversión en obra pública al plan de catedrales, aprovechando que el 1% de toda obra de ese tipo de más de 100 millones de pesetas debe destinarse a bien cultural.

Ambas cuestiones fueron expuestas ayer en conferencia de prensa por el director general de Asuntos Religiosos, Pablo Santolaya, que estuvo acompañado por el obispo secretario de la Conferencia Episcopal, José Sánchez. El encuentro con la prensa, al que no asistió como estaba anunciado el titular de Justicia, Juan Alberto Belloch, debido a la crisis política, tuvo lugar al término de la reunión celebrada para evaluar los trabajos de las seis comisiones mixtas Iglesia-Estado, constituidas el pasado mes de octubre.Santolaya, en su primera comparecencia pública ante los informadores religiosos, indicó que el trato académico que reciba el próximo curso la asignatura de Religión y Moral Católicas se conocerá, como muy tarde, dentro de dos mesés. El director general des tacó que la sentencia dictada hace dos meses sólo deja una cosa clara; que la asignatura debe tener categoría de funda mental y que, por lo tanto, los alumnos que no escojan esta materia no pueden tener como materia alternativa el estudio asistido, porque coloca en ventaja a estos escolares que pueden repasar "la física o las matemáticas".

Cultura religiosa

Santolaya, que en ocasiones no respondió a las preguntas de los periodistas confesando su ignorancia sobre las cuestiones, señaló, no obstante, que el mismo trato que reciba la asignatura católica, será otorgado a las otras tres confesiones que tienen suscritos acuerdos con el Estado: musulmanes, protestantes y judíos. El obispo secretario, José Sánchez, expresó su deseo de que Religión tenga como asignatura alternativa para los alumnos que no la elijan la Cultura Religiosa.

La financiación de la Iglesia católica, el otro asunto medular en las relaciones Iglesia-Estado, también fue abordado durante el encuentro, aunque ni Santolaya ni Sánchez despejaron nuevas incógnitas. Ambos señalaron, como ya era sabido, que tanto el Gobierno como la Iglesia negociaciarán un nuevo coeficiente -el actual es el 0,52%, conocido como impuesto religioso- del Impuesto de la Renta para las Personas Físicas que entraría en vigor, en el mejor de los casos, durante el ejercicio económico de 1995. "El marco definitivo de financiación irá por la vía de fijar un porcentaje adecuado [del coeficiente] y, complementariamente, un avance serio hacia los mecanismos de autofinanciación de la Iglesia", dijo Santolaya, que no explicó sobre qué propuestas trabajan las comisiones para que la Iglesia consiga la autofinanciación.

Las cuentas parecen más claras respecto al Plan de Catedrales. Tanto Santolaya como Sánchez explicaron que los ministerios de Cultura y de Obras Públicas negocian un convenio para que el 1% de toda inversión en obra pública superior a los 100 millones de pesetas que debe ir destinado a bienes culturales se concentre en el Plan de Catedrales. Esto es, en financiar la rehabilitación o restauración de catedrales.

El clima de colaboración, que fue destacado durante el encuentro, cuajará próximamente con diversos convenios que firmará Justicia con la federación de centros de enseñanza católicos y la confederación de religiosos para que acojan objetores.