Los deficitarios melocotoneros del señor director
"¿Qué, ya vienen a cogerle?". La pregunta la formulaba, el pasado sábado por la tarde, un agricultor tostado por el sol, sin desdoblar la espalda mientras arrancaba las malas hierbas que crecían junto a sus cerezos. Había confundido a los periodistas que le preguntaban por la finca de Luis Roldán, con agentes camuflados del cuerpo que hasta hace pocos meses dirigía el prófugo.En Mequinenza, localidad zaragozana situada en la franja limítrofe con Cataluña y a orillas del mayor embalse del Ebro, el hombre más buscado posee cerca de 7.000 melocotoneros, que ya en estos días están cargados de fruto, pero todavía verde. El color de la cosecha de Roldán contrasta con el rojo de los maduros cerezos de la parcela contigua, perteneciente al delegado del Gobierno en La Rioja, Miguel Godia, con quien Roldán se asoció para construir la balsa de agua que permite el regadío individualizado de cada frutal de la finca.
Los agentes de la Guardia Civil del cuartelillo de Mequinenza han realizado varias visitas a la zona y a los edificios que la rumorología local señalaba como posibles escondites del huido. A quien, por cierto, los vecinos no han visto por allí en casi ninguna ocasión.
El fin de semana, lo único anormal eran las huellas de vehículos ligeros, ajenos a las tareas agrícolas, y el precinto de plástico roto que cerraba el acceso al castillo de la localidad, propiedad de una empresa hidroeléctrica y que también ha sufrido el registro en busca del fugado.
