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Un ex alto cargo de Transportes, investigado por el presunto cobro de una comisión de 50 millones

Juan Carlos Beneyto, alto cargo de Transportes hasta finales del año pasado, recibió presuntamente 50 millones de pesetas en metálico de Decoestudio, empresa que instaló en Madrid Eurotelecom 90, feria de la que ese funcionario fue gerente. Decoestudio facturó oficialmente por ese concepto 428 millones de pesetas, al margen de los 50 millones que asegura haber entregado a Beneyto. Este pago irregular, nunca ingresado en las arcas del Estado ni registrado en facturas, ha sido descubierto porque Hacienda apreció irregularidades contables en Decoestudio, que supuestamente tuvo que encubrir tal impuesto revolucionario. Juan Carlos Beneyto ha desmentido haber recibido la citada suma.

El Ministerio de Transportes ha abierto una investigación oficial sobre estos hechos a través de la inspección general de servicios, que se suma a la que también está realizando Hacienda. Beneyto pasó a primeros de años a Asuntos Sociales como asesor de la ministra, Cristina Alberdi. De este puesto ha sido destituido la pasada semana "por falta de, encaje con el equipo del gabinete de la ministra, que exige un ritmo frenético de trabajo", al que supuestamente nunca se adaptó, según un alto cargo de ese ministerio. Beneyto solía ir en un Volvo con chófer al trabajo.El pasado noviembre, la inspección de Hacienda notificó a Ignacio Bendito, propietario de Decoestudio, que su empresa iba a ser sometida a una comprobación tributaria. Durante la revisión se advirtió que esta firma tenía sin justificar pagos por unos 100 millones de pesetas. La bomba estalló cuando el empresario investigado explicó que esta irregularidad se debía a pagos no registrados oficialmente, como la entrega de 50 millones al que fue gerente de la feria de telecomunicaciones Eurotelecom 90, Juan Carlos Beneyto Pérez, ex consejero técnico de la Secretaría General de Comunicaciones, del Ministerio de Transportes.

Bendito detalló en su declaración a Hacienda tres partidas de salida de tesorería "no imputadas contablemente de forma correcta en los libros", por un total de 102.820.000 pesetas. La mayor de ellas sumaba 50 millones. Bendito no habló de comisiones ante Hacienda, pero fue explícito sobre el destino de los 50 millones: "Corresponde a cantidades entregadas durante el periodo a Juan Carlos Beneyto Pérez, gerente del comité organizador Eurotelecom, Madrid 90, y pendientes de documentar, para atender, según sus propias manifestaciones, gastos inherentes a la feria de las comunicaciones denominada Eurotelecom, celebrada el año 1990, que de forma indirecta eran por cuenta de Decoestudio".

En metálico

"Las facturas correspondientes a la obra ejecutada para Eurotelecom por Decoestudio ascendieron a 428.219.982 pesetas (...) Del importe de la obra, sus cobros los ingresaba Decoestudio, en la cuenta corriente 728 que mantenía en aquella fecha con el Banco Santander", en la sucursal de la plaza de Manuel Badía, en Madrid. A renglón seguido, el industrial agrega ante Hacienda esta guinda: "Los pagos asignados para el fin indicado por el señor Beneyto se hicieron con cargo a esta cuenta y a la número 5423 del mismo banco en efectivo, es decir, cobrando Decoestudio previamente el cheque en la entidad bancaria y haciendo entrega al señor Beneyto del efectivo correspondiente".

El empresario, según fuentes conocedoras del caso, realizó personalmente las entregas del dinero en bolsas de plástico y en sobres en un despacho situado en la madrileña calle de Ayala, número 27, primero. Precisamente, en dicha dirección tenía su sede la firma Audiservicios, SA, que cobró seis millones de Transportes por la "dirección y captación de empresas para la exposición tecnológica Eurotelecom 90".

Casualmente, Beneyto estaba a ambos lados de la trinchera. Por un lado, era gerente de Eurotelecom, y, al mismo tiempo, presidente y fundador de Audiservicios. Sólo el 14 de enero de 1991 -posteriormente a la obtención para su firma de tal contrato- cedió tal puesto a su esposa, María María Ángeles Vital García, y dejó como consejera a su cuñada, Paloma Benavides Rey, y como secretario a un amigo, Francisco Javier Gutiérrez Gutiérrez.

"El pago de seis millones de pesetas es el que me hacen por todo el año por mi trabajo en Eurotelecom, y goza de todas las bendiciones, ya que el ministerio no me podía pagar de otra manera, porque estaba en excedencia", indica Beneyto. Altos cargos de Transportes muestran su sorpresa al saber la conexión de Beneyto con dicha firma, y consideran irregular tal fórmula de pago.

Los pagos a Beneyto, siempre a solas, los realizó el empresario, salvo en una ocasión, en la que una contable -dispuesta a testificarlo- de Decoestudio realizó la entrega de dinero en metálico al gerente de Eurotelecom. Beneyto sólo admite que Bendito le visitaba allí por la proximidad a una tenencia de alcaldía con la que él trataba asuntos profesionales.

El poder del gerente era notable: "Elaborar los presupuestos de ingresos y gastos de Eurotelecom Madrid 90, y gestionar los fondos, cualesquiera sea su origen". La financiación de los gastos ocasionados por Euroteleconi se efectuó mediante "aportaciones con cargo al correspondiente crédito de la Secretaría General de Comunicaciones, por aportaciones iguales entre sí de Telefónica, Hispasat, Retevisión, así como otras instituciones públicas o privadas y por los ingresos privados de la celebración de las jornadas".

Hacienda requirió el pasado 12 de abril a Beneyto para que facilite la "documentación relativa a los ingresos y gastos habidos en sus relaciones económicas con Decoestudio".

Tales relaciones son descritas de modo contrapuesto por Beneyto y Bendito. El primero, que niega haber recibido pago ¡legal alguno, anuncia una querella contra el empresario acusador y cuantos apoyen tal versión, mientras que Bendito y su contable se muestran dispuestos a testificar lo contrario. El dueño de Decoestudio describe el siguiente proceso: "Al principio, me dijo que tendría que abonarle 30 millones por gastos de gestión como imprenta, publicidad, etcétera. Yo di mi conformidad verbal; nunca hubo un contrato escrito ni para esto ni para las obras por las que cobré 328 millones. Le pedí facturas, pero él aplazó la cuestión. Yo veía que cada vez que mi empresa ingresaba un pago de Eurotelecom, 48 horas después Beneyto me exigía imperiosamente que le diera dinero porque andaba corto de tesorería. Hubo otro detalle extraño. No quería que le pagara con talones. Sólo admitía dinero en metálico, que debía llevar a su oficina de Ayala. Yo le insistía. ¿Cuándo me vas a dar facturas?. Nada, ni caso. Empecé a intuir que yo estaba cogido del pescuezo porque era mucho lo que tenía pendiente de cobrar, las letras de los proveedores se me acumulaban, y que tenía que seguir pagándole si quería seguir cobrando".

"Al final", agrega este industrial, "me planté en julio. Le dije que ya no le pagaría ni un duro más. Dejaron de pagarme durante cuatro meses. Hasta entonces había cobrado cada mes. Al final, seguía sin darme facturas por los 50 millones entregados. Sólo me entregó facturas por menos de dos millones de pesetas de lugares donde yo jamás he consumido, como la galería Cellini o el restaurante Cabo Mayor. He sido víctima de una confianza en una persona. Aquello fue un robo".

Este informe ha sido realizado por los miembros del Equipo de Investigación

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