Washington afirma que es necesario contener la "agresión de los serbios"
El Gobierno norteamericano considera que el conflicto de Bosnia ha pasado de ser una guerra civil a "una agresión de los serbios" que es necesario "contener", según manifestó ayer el secretario de Estado, Warren Christopher, para explicar ante elCongreso la iniciativa del presidente Bill Clinton de proponer una extensión del ultimátum de la OTAN a todas las ciudades de mayoría musulmana amenazadas por las fuerzas serbias, inspirándose en el modelo que está en vigor en Sarajevo desde febrero pasado,
El secretario de Estado defendía el plan expuesto por Clinton en la noche del miércoles, que consiste en ampliar a los seis enclaves formalmente protegidos por la ONU la estrategia de la capital bosnia, es decir, la creación de zonas de seguridad dentro de las cuales la OTAN atacaría cualquier arma pesada de los serbios. Esa fórmula, que sirvió en febrero para devolver la paz a Sarajevo, será estudiada hoy mismo en Bruselas por el Consejo Atlántico, y, de ser aceptada, podría entrar en vigor en unos días en Gorazde, Srebrenica, Tuzla, Zepa y Bihac."Creo que esto es más que una guerra civil. La agresión de los serbios es evidente. Tienen en mente una gran Serbia. Están mirando por el sur hacia Kosovo, posiblemente a Macedonia. Están avanzando en Bosnia y, quizá, hacia Croacia. Creo que es en estos términos en los que tenemos que contener el conflicto", dijo Christopher en una comparecencia ante el Senado.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tenía previsto aprobar anoche una nueva resolución que daría renovado respaldo internacional a nuevas presiones militares sobre los serbios para obligarles a aceptar negociaciones de paz. El borrador de la resolución, que está patrocinada por España, Francia, el Reino Unido y Rusia, condena en términos muy duros el ataque serbio contra Gorazde y exige a los serbios la retirada de sus fuerzas "a una distancia, que deben convenir las fuerzas de Naciones Unidas, desde la cual dejen de constituir una amenaza a la situación de Gorazde como zona de seguridad". Fuentes occidentales han destacado como un hecho políticamente muy significativo la aprobación dada por Rusia, aliado histórico de los serbios, a los términos del borrador que se discute.
La resolución de la ONU eliminaría un obstáculo más en el camino hacia acciones militares en Bosnia, que está ahora únicamente pendiente de la verdadera voluntad política de los miembros de la OTAN. Warren Christopher afirmó que la intervención en Bosnia "es acorde con la defensa de los intereses estratégicos y humanitarios de EE UU".
En cuanto a la posición de Rusia y de los aliados europeos, las cosas no están todavía claras en Washington. Bill Clinton tuvo que retrasar el miércoles dos horas la conferencia de prensa en la que habló de su iniciativa porque, de nuevo, tardó en comunicar con Borís Yeltsin, quien le dio después una respuesta vaga. Clinton reconoció que tampoco obtuvo un sí rotundo del presidente francés, François Mitterrand, y que ni siquiera pudo comunicar con el primer ministro británico, John Major.
En Washington no se descarta que cuando la propuesta norteamericana comience a ser estudiada, con la organización y los recursos necesarios, la iniciativa acabe diluyéndose, igual que tantas otras en el pasado.
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