Las protestas ciudadanas y sindicales confluyen ante Leguina
Los dirigentes de los sindicatos regionales ofrecieron ayer a los medios de comunicación datos y descalificaciones contra el Gobierno de la Comunidad dirigido por el socialista Joaquín Leguina. Mientras, en 26 fábricas madrileñas se producían encierros -algunos durante toda la noche- y asambleas contra la crisis del sector del metal. Así arrancaban los motores de la protesta que mañana funcionarán a todo gas en la manifestación de los metalúrgicos que terminará en la Puerta del Sol, frente a la sede del Gobierno regional. Ante el despacho de Joaquín Leguina confluirán con otra protesta, en la que van a participar actores, trabajadores, las asociaciones de vecinos y la de consumidores Acurema. Esta concentración se dirige contra quienes "conducen a Madrid a la deriva": las autoridades municipales y autonómicas.Rodolfo Benito, secretario regional de Comisiones Obreras, y Manuel Mariscal, secretario de acción sindical de UGT-Madrid, ofrecieron ayer a los periodistas cifras poco esperanzadoras sobre cómo está afectando la crisis económica a la región: desde 1998, se han destruido en Madrid 52.000 empleos industriales (el 30%), 20.000 de éstos se perdieron en 1993; la tasa de paro pasó del 11,7% en 1990 al 19,7% en 1993; la precariedad laboral afecta al 22% de los trabajadores... Y auguraron para el sector servicios una crisis tan profunda como la industrial, generada por la destrucción del tejido productivo.
José Luis Daza, todavía secretario regional de UGT Madrid, no acudió a la cita de ayer porque estaba en el Senado cumpliendo con su nuevo cargo de secretario de Acción Sindical en la ejecutiva estatal.
Empleo destruido
Por cada empleo industrial destruido se pierden tres del sector servicios, según los cálculos sindicales. Ante este panorama, los dirigentes sindicales exigieron a la Administración que accione los mecanismos de que dispone. Los ya creados, como el Pacto por la Industria y el Empleo -inoperante, dicen UGT y Comisiones Obreras, por culpa de su piloto, el consejero de Economía, José Luis Fernández Noriega- y el Instituto Madrileño de Desarrollo. Este organismo fue calificado como "un instituto de enseñanzas medias y no una agencia de desarrollo". Los sindicatos reclamaron también un mecanismo apuntado por Leguina: el boicoteo a las multinacionales que abandonen el país por estrategia empresarial.
"La Administración tiene que potenciar la industria, consumiendo productos españoles antes que nada, y después lo que produzcan las multinacionales en España, no las que se vayan", exigió Benito.
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