Los Hércules españoles terminan su misión tras haber realizado dos vuelos entre Kigali y Nairobi

Tarde soleada en Nairobi. Quince Hércules reposan en las pistas del aeropuerto de la capital de Kenia. También descansan, a la espera de nuevas órdenes, los 24 tripulantes de los dos aviones de transporte enviados por las autoridades españolas para contribuir a la evacuación de la colonia extranjera en Ruanda. Ha sido un larguísirno viaje desde España para realizar tan sólo dos vuelos. Los únicos que pudieron efectuar entre Nairobi y la capital ruandesa, Kigali, el pasado viernes. Cuando Regaron ya no quedaba colonia española que evacuar, tan sólo algunas monjas europeas y los soldados belgas.

El comandante Miguel Villarroya, jefe de la misión española, asegura que "el éxito de una mi sión no se mide por el número de vuelos" y que el viernes habían participado de una manera decisiva en la evacuación del bata llón belga desplegado en Kigali (cerca de 500 hombres) que no formaba parte de la misión de los cascos azules enviados por la ONU a Ruanda. De momento, los aviadores españoles siguen a las órdenes del mando belga. Pese a algunos comentarios de fuentes militares belgas, que afirmaban que los soldados puestos por Bruselas a disposición de la ONU habían abandonado Kigali, ayer seguían en la capital de Ruanda.El comandante Villarroya no descarta que los Hércules españoles también puedan ayudar a evacuar a los cascos azules belgas de Ruanda. El avance de las unidades del Frente Patriótico kuandés (tutsi) continuaba ayer frente a las desmoralizadas fuerzas del Ejército gubernamental (hutu) y los belgas no ocultan su frustración tras haber perdido a 10 hombres.

El mando belga agradeció calurosamente la contribución española. Sin embargo, ésta ha sido escasa, y no por falta de ganas. Cuando los aparatos llegaron a Nairobi, tras un viaje de 14 horas con escala en El Cairo, apenas quedaba tarea por hacer. Ayer, los dos Hércules españoles se cocían al sol junto a ocho aparatos belgas, dos italianos, dos canadienses y un holandés. De los 24 hombres que forman parte de la misión, 12 ni siquiera han tenido la oportunidad de probar el aire de Ruanda. Cada aparato hizo un sólo vuelo de ida y vuelta a Kigali- desde Nairobi. Cada hora de vuelo de un Hércules supone un coste mínimo de 600.000 pesetas. A las seis y media de la mañana del sábado, seis hombres (la tripulación de un aparato) se desplazaron al aeropuerto de Nairobi para esperar órdenes. Otra tripulación se encontraba en alerta en el hotel, dispuesta para salir de inmediato. Pero la espera fue en vano. El mando belga "desalertó" a los españoles poco después de las doce de la mañana. El embajador español en Kenia, Luis Calvo, daba prácticamente por concluida la misión. Según la última relación facilitada por la Oficina de Información Diplomática, han sido evacuados de Ruanda 94 españoles, pero aún quedan en ese diminuto país otros 18 españoles localizados -un médico y 17 religiosos-, que han decidido, contrato dos los consejos y a pesar de todas las matanzas, permanecer en el diminuto país.

El embajador aseguraba que además hay ocho personas en paradero desconocido. El Ministerio de Exteriores recomendó ayer a los residentes españoles en Burundi que abandonaran el país.