Berlusconi estudia ceder su mayoría en a el grupo Mondadori

El Consejo de Administración de Mondadori, la sociedad editora de Panorama -el semanario más vendido de Italia-, y de muchas otras publicaciones, estudiaba anoche un proyecto de ampliación de capital que tendría como consecuencia reducir la participación de Silvio Berlusconi por debajo del 50% del capital, sin que ello implique la pérdida del control sobre la empresa.Mondadori es uno de los activos fundamentales del grupo Fininvest que agrupa a las empresas de Berlusconi, junto a las tres redes de televisión sobre cuya reestructuración aún no ha dicho una palabra clara el probable próximo presidente del Gobierno de Italia.

La reestructuración de Mondadori es la primera medida de choque concebida para recabar liquidez por Franco Tató, que fue nombrado, consejero delegado de Fininvest por indicación de los bancos acreedores del grupo, pocos meses antes de que Berlusconi entrara en política. Tató ha tenido que cambiar de planes en las últimas semanas. Inicialmente, se pensó en la absorción de Mondadori por la sociedad Silvio Berlusconi Editore (SBE), y en la posterior salida a Bolsa de esta última. Pero ahora resulta impensable lanzar al mercado acciones de' una empresa con el nombre del presidente del Gobierno.

Los recortes de gastos y la gestión de este nuevo consejero delegado para sanear Fininvest, están creando fuertes tensiones en el grupo.

Suprimir telediarios

Los directores de los tres telediarios de las cadenas de Fininvest dimitieron durante unas horas hace días, porque Tató declaró a un periódico que él sería partidario de suprimir los informativos, debido a su coste y a las dificultades de imagen que crean al grupo desde que el propietario se metió en política.Marcello dell'Utri, el siciliano que dirige Publitalia y ha sido el alma de Forza Italia, declaraba ayer a un diario italiano que "Tató no ha entendido plenamente el espíritu del grupo. Aquí, la gestión requiere algo más que la filosofía de los números". Por otra parte, la Comisión Europea remitió ayer una carta al Gobierno de Italia para que adecúe a la normativa comunitaria su legislación en materia de publicidad televisiva. El tema, debido a que la legislación italiana no impone respeto a las pausas entre espacios publicitarios, ni la prohibición de interrumpir películas o informativos de breve duración, ha sido objeto de uña fuerte polémica entre los editores de diarios italianos y Fininvest. Los primeros estiman que el retraso en la aplicación de las normas comunitarias no ha tenido más objeto que permitir unas prácticas de las televisiones de Berlusconi, en perjuicio de los otros medios.