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Reportaje:

Cerdos fascistas y cochinos rojos

La Filmoteca Española cataloga todo el material fílmico existente en el mundo sobre la Guerra Civil

Varios cadáveres, en ataúdes y con las manos atadas, yacen ante la iglesia de las monjas salesas de Barcelona. Y se oye una voz en off: "En este convento se hallaron momias de monjas y frailes torturados por los mismos religiosos ... La Iglesia ha dejado así al desnudo su alma podrida". Imagen y sonido pertenecen al reportaje Movimiento revolucionario en Barcelona, el primer documental que se rodó -entre el 19 y el 23 de ju lio de 1936- tras el alzamiento militar del 18 de julio. Luego, estas mismas imágenes, filmadas por el movimiento anarquista catalán, fueron utilizadas por el bando alzado para ilustrar la bestialidad de los rojos". Este reportaje forma parte del inmenso material que la Fil moteca Española ha estado catalogando en todo el mundo sobre la Guerra Civil Es pañola durante ocho años. Casi mil títulos forman parte de este trabajo que acaba de finalizar.Fue la Guerra Civil española el segundo gran experimento para un medio por entonces todavía joven como el cine, tras el debú que supuso la Primera Guerra Mundial. Informadores franceses, ingleses, alemanes, soviéticos e italianos se acercaron con sus cámaras a reflejar una contienda que, en las cámaras españolas, se vio de dos formas muy diferenciadas.Testimonios históricosLos testimonios históricos y la memoria de los mayores permiten saber que las salas de cine funcionaron, y con mucho éxito, durante toda la contienda. Tal como era el No-Do tras la Guerra Civil, el Noticiario Español, en el bando sublevado, y España al día, en el republicano, hacían tiempo antes de la proyección de películas alemanas, enel primer caso, o del éxito de la época, Tiempos Modernos de Chaplin, en las ciudades bajo control del Gobierno legítimo. "El vehículo estético del mensaje político es intercambiable de un bando a otro; es decir, en uno se habla de 'cerdos fascistas' y en el otro de 'cochinos rojos', pero el resto del discurso, los 'horrendos crímenes', los 'salvajes asesinatos' se mantienen iguales", afirma Alfonso del Amo, coordinador del trabajo. La investigación, en la que ha participado también María Luisa Ibáñez, se plasmará en un volumen de más de 1.000 páginas, Catálogo de la cinematografía de la Guerra Civil Española, que recoge estudios sobre los distintos aspectos del tema.

Hay, pese a las palabras de Del Amo, diferencias, sobre todo en el tratamiento del personal civil que aparece en las escenas de las ciudades. La vida cotidiana prácticamente es inexistente en las secuencias del bando franquista, donde predominan los desfiles militares. Planos tan naturales como el paso de tres civiles tras dos mandos militares, objetivo de la cámara republicana, son impensables en el otro sector. "No es difícil de entender", explica Del Amo, "los cámaras republicanos iban a hacer su trabajo solos, mientras que los del bando alzado iban acompañados de un equipo de seguridad, que paraba la circulación en las calles e impedía que apareciese ante los objetivos de la cámara el ciudadano normal, si no entraba en sus planes".Tal vez por esa falta de costumbre no extraña que, cuando las cámaras del bando franquista intentan captar escenas cotidianas, se produzcan resultados curiosos. Es lo que sucede en el reportaje Salamanca, de la serie Noticiario Español. La cámara pasea por la Plaza Mayor de esta ciudad y, al fondo, se ve a un grupo de civiles sentados en un bar de la plaza. "La gente sigue haciendo su vida normal", dice la voz en off. Pero cuando la cámara se acerca, los civiles se ponen en pie y alzan enérgico el brazo derecho. La naturalidad se rompe.Pero las pifias es tán también presentes en el bando republicano. En un fragmento de un reportaje anarquista, Bajo el signo libertario, rodado en Pina de Ebro, se oye al fondo "el desfile de los bravos milicianos". ¿Qué muestran las imágenes? Un rebaño de borregos. El error se corrigió en una versión definitiva que la Filmoteca también conserva.

En todo caso, señala Del Amo, la calidad de las imágenes y los reportajes es mayor en el lado republicano que en el sublevado. "España al día es un noticiario estructurado, tal como lo eran el resto de los europeos. Diez noticias por edición, con una conciencia clara de que su trabajo está al servicio de la actualidad", afirma Del Amo. Los noticiarios de todo el mundo sufrieron, de todas formas, una importante evolución durante la Guerra Civil. Un elemento tan obvio hoy en las televisiones como las imágenes de recurso -ilustrar con escenas de archivo la actualidad-, fue una de las aportaciones de los reportajes realizados duran te la contienda.

Que la calidad fuese mayor en los informativos republicanos no es extraño. Los focos industriales del país estaban entonces, como ahora, localizados en Madrid y Barcelona, que quedaron en manos republicanas. De hecho, la Filmoteca ha localizado 150 noticias del Noticiario Español frente a 447 de España al día, lo que da una idea del distinto volumen de trabajo. Los sublevados debían mandar el material a revelar a Portugal, Alemania, y, menos, a Francia. Pero su pobreza era tal al principio de la guerra que incluso una productora privada de Vigo, Filinpatria, realizó reportajes mudos, por falta de medios para sonorizarlos.

No sólo la calidad técnica era mayor en el caso de España al día. "El Noticiario Español tenia un desprecio absoluto por el concepto de actualidad", sentencia Del Amo, y no es extraño por ello que el número 17 de El Noticiario, de marzo de 1939, muestre la llegada de Miguel Primo de Rivera a Burgos, donde le sale a su encuentro su hermana, y se oiga: "Llega a la España única después de larga prisión en Aficante". Un detalle baladí para El Noticiario: Miguel Primo de Rivera fue liberado un año antes, en marzo de 1938.

La mirada soviética

Anthony Algate, que ha realizado el estudio sobre el tratamiento de la Guerra Civil en los noticiarios británicos, ha detectado en ellos una cierta tendencia a la derecha. El calificativo de rojos se mantiene durante la contienda al referirse al ejército republicano, al que los informativos británicos se refieren en muy pocas ocasiones como gubernamental. En cambio, los fascistas o rebeldes sólo son identificados como tales al principio de la guerra, para pasar luego a ser los nacionales.Británicos, franceses, alemanes e italianos fueron los que mayor atención prestaron ala Guerra Civil. Entre ellos destacan por su número los informativos franceses, que comparten con los británicos el hecho de pasar de puntillas por "detalles" como los bombardeos fascistas, o la intervención italiana y alemana.

Pero la mirada más hermosa que se posó sobre la Guerra Civil española fue, sin duda, la soviética. El noticiario Soyuzkinochronika envió a España a dos cámaras, Roman Karmen y Boris Makasseiev, y a un redactor, Boris Simonov. Ellos elaboraron 20 ediciones de un noticiario titulado Sobre los sucesos de España, con imágenes extraordinarias, como las de la primera: los tres reporteros acababan de atravesar la frontera por Irún, y, al llegar a San Sebastián, captan imágenes de bombas explosionando en el agua, justo en la espléndida bahía de La Concha, y gente corriendo por el Paseo.

También hay, describe Del Amo, imágenes estupendas de los bombardeos junto al Banco Central o el incendio del Mercado del Carmen, en Madrid, y también de Toledo, Guadarrama, Barcelona y Valencia, entre otras. Karmen y Makasseiev eran, según del Amo, periodistas que no temblaban ante las bombas, y que hicieron que sus cámaras se detuviesen en las miradas de las gentes, en detalles íntimos que hoy son habituales, pero entonces eran totalmente nuevos.

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