Alfonso Guerra comunica a la ejecutiva su desacuerdo con la reelección de Solchaga

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, dio ayer alguna pista respecto a lo que puede ser su actuación en la nueva etapa del partido. Guerra acatará las decisiones de la mayoría, pero manifestará sin cortapisas sus opiniones, por muy contrarias que sean al sentir general. Así lo hizo ante los miembros de la nueva ejecutiva federal y del secretario general, Felipe González, al afirmar su desacuerdo con que el ex ministro Carlos Solchaga volviera a ser reelegido presidente del Grupo Parlamentario Socialista.

Pese a la queja de Guerra, nadie planteó una votación y Solchaga fue confirmado en el cargo por unanimidad por la Ejecutiva Federal. La misma unanimidad, ésta sin ninguna voz en contra, que concitó la designación de Fernando Morán como cabeza de lista de los socialistas para el Parlamento Europeo.La segunda reunión de la nueva ejecutiva, elegida hace 15 días, resultó mucho más densa que la de presentación, en la que todo fueron palabras amables. Ayer, los temas eran más que preocupantes para los socialistas en general, ya que tenían que ver con las elecciones europeas y andaluzas del próximo 12 de junio, sobre las que las encuestas de opinión auguran al PSOE malos resultados.

Antes de entrar en las cuestiones políticas, los socialistas teman que seguir los trámites derivados de su congreso y volver a hablar de las direcciones de los grupos parlamentarios del Congreso y del Senado. La propuesta fue de repetición. Es decir, Carlos Solchaga como presidente del grupo, y Bernardo Bayona, como portavoz en el Senado.

Nadie planteó una votación, aunque el vicesecretario general, Alfonso Guerra, quiso que constara en acta su desacuerdo político con que Solchaga ostentara ese cargo. A continuación, se consideró, al no haber propuestas alternativas, que Solchaga quedaba confirmado.

La figura de Solchaga fue, precisamente, la que desencadenó la crisis decisiva en el PSOE, al votar por primera vez Guerra y sus seguidores en contra de una decisión de Felipe González. Esto ocurría el pasado mes de junio, tras las elecciones generales.

El secretario de organización del PSOE, Ciprià Ciscar, dijo ayer la verdad cuando fue preguntado respecto a si había habido votación para elegir a Carlos Solchaga. "No ha habido votación". Tampoco la hubo, pero esta vez sin resistencia alguna, para elegir al ex ministro de Exteriores Fernando Morán como cabeza de lista a las europeas. Ciscar se esforzó en señalar que Morán representaba "adecuadamente" a todos los socialistas y, además, "ha trabajado con Felipe González en la incorporación de España a Europa".

La comisión elegida por González para preparar las elecciones europeas, compuesta por Ciscar, Txiki Benegas, Raimon Obiols, Francisco Fernández Marugán y Joaquín Almunia, actuará de hecho como un comité electoral, dado que tiene como misión elaborar la candidatura, preparar el programa y elegir a la persona que coordinará la campaña.

La reunión, a puerta cerrada, se ocupó buena en debatir el informe presentado por Ciscar sobre los congresos regionales del partido que deberán celebrarse en las próximas semanas. De las 17 federaciones, Ciscar señaló que podía hablarse de seis con problemas serios: Andalucía, Madrid, Murcia, Galicia, Baleares y Cantabria. El secretario de organización ha recibido el encargo de intentar llevar a las partes en liza "el espíritu de renovación e integración del congreso federal".

González reiteró su preocupación e hizo una llamada a los miembros de la ejecutiva para que la pacificación en el partido sea un hecho, por considerarlo imprescindible para afrontar con alguna garantía de éxito las elecciones de junio y para que la labor del Gobierno no se vea perturbada por las rencillas internas socialistas.