Los italianos eligen un Parlamento del que estará ausente la casta de políticos y partidos corruptos

La larga doble jornada electoral italiana, que concluye a las diez de la noche de hoy, tuvo como noticia más importante la ausencia de incidentes y un buen tiempo primaveral, que obliga a matizar el único resultado provisional conocido hasta ahora: que la participación tendía a ser inferior a la registrada en lecciones anteriores. Es probable, sin embargo, que el sol arrastrara a muchos italiaos hacia el mar, alejándoles de unas urnas a las que, en cualquier caso, podrán acceder también hoy lunes. Por lo demás, los líderes y autoridades observaron un estricto silencio, en respeto de la libertad de voto. Del nuevo Parlamento estará prácticamente ausente la vieja casta de políticos y partidos corruptos.

Silvio Berlusconi, por ejemplo, que anunció que no votaría hasta hoy por solidarizarse con los hebreos que han motivado la prolongación del voto, a fin de poder ejercitarlo sin romper el reposo pascual que corresponde al buen creyente judío, guardó un mutismo poco habitual en él cuando el sábado visitó al Milan, su equipo de fútbol.El silencio se explica porque el sábado era jornada de reflexión, pero también porque el equipo de la capital lombarda tenía este fin de semana una papeleta especialmente comprometida para su dueño y presidente: jugó ayer en Nápoles, una de las tres ciudades donde Silvio Berlusconi concurre a las elecciones como cabeza de lista en el sistema proporcional, y precisamente donde cerró la campaña declarándose un competidor de San Genaro, el patrón de la capital campana, que corre el riesgo de resultar menos milagrero que Berlusconi.

Nápoles 1, Milan 0

Un triunfo arrollador del Milan podía haber herido peligrosamente el orgullo de muchos napolitanos, y el caso es que el Nápoles se apuntó la victoria por 1 a 0. Una sola declaración hizo el presidente de Forza Italia, y fue contra Michele Zaza, O'Pazzo (El loco), un célebre camorrista encarcelado en Francia desde hace años, que al ser extraditado el sábado en Italia, dijo a los periodistas: "En vez de venirme a mi, buscad a Berlusconi. Compró la Copa de Europa. Tengo pruebas"."Fracasado el golpe de los maflosos más o menos arrepentidos, no se duda en echar mano de los camorristas más o menos locos", dijo Il Cavaliere. "Es sólo una locura, que no debería ni siquiera desmentir. Pero el clima envenenado de la campaña electoral me obliga a hacerlo".

Más violento fue el lenguaje de los radicales, aliados de Berlusconi, sobre estos mismos hechos. Marco Taradash, un clásico del movimiento fundado por Marco Pannella, afirmó que "transformando al boss de la Camorra en editorialista político, la RAI (la televisión estatal) ha realizado la violación más violenta y, sin embargo, ridícula de la ley electoral".

Pannella, que se presenta con una lista propia y fuera del pacto de los radicales con Forza Italia, aunque haya apoyado públicamente a Berlusconi y éste haya pedido votos para la lista del veterano político, ha sido aún más radical en una protesta también relacionada con el caso.

En el contexto de la información sobre Zaza, Il Messaggero, el diario de Roma, donde Pannella difícilmente conseguirá ser ,elegido, situaba ayer a la Lista Pannella entre las del bloque de la derecha. "Pediremos al gobernador de Roma el secuestro de todas las ediciones. Ya habíamos advertido incluso al jefe del Estado del comportamiento subversivo y golpista de los medios de comunicación", anunció Pannella.

El líder radical arremetió también contra el director de Le Monde, Jean Marie Colombiani, al que acusó de haber efectuado un "ataque innoble" a las elecciones italianas, por haber escrito un editorial que, según Pannella, "induce a creer que una victoria de Forza Italia comprometería la fiabilidad y solidez democrática de nuestro país".

Otro incidente similar, e igualmente aislado, fue protagonizado por Forza Italia en Trieste, donde el movimiento de Berlusconi denunció como "gravísimo y perturbador" que un diario local hubiera asociado a dos candidatos de Berlusconi con un símbolo que no es el de su movimiento.

Evitaron cualquier comentario político el presidente del Gobierno, Carlo Azeglio Ciampi, quien, al ir a votar, se limitó a expresar el deseo de que "los italianos hayan estudiado los programas electorales", y del presiente de la República, Oscar Lui Scalfaro, que comentó: "Estas elecciones marcan un momento sin duda decisivo para la historia del país".

No habrá resultados fiables hasta bien entrada la madrugada del martes. La complejidad del nuevo sistema electoral restará mucha fiabilidad a los sondeos y las proyecciones.