Gestos, tics y guiños en la campaña

Ésta es una elección de gestos, con los que se busca el cuerpo a cuerpo con el adversario para mejor llegar a la opinión, sobre todo a través del medio televisivo, y de tics, las pequeñas explotaciones del éxito para que el candidato sea recordado hasta el ultimo instante como algo singular.Silvio Berlusconi, el gran artista de la personalización de todo lo que hace y dice en la campaña, ha hallado un nuevo motivo para distinguirse en plena jornada electoral.

Las elecciones se celebran a lo largo de dos jornadas y no de una, como inicialmente estaba previsto, porque el 27, domingo, coincidía con la pascua judía, durante la cual los hebreos practicantes no pueden casi ni suspirar, mucho menos elegir padres de la patria.

Tras un moderado revuelo el pasado mes de enero que llevó al jefe de la comunidad judía de Italia, Davide Romano, a iniciar una huelga de hambre, el primer ministro, Carlo Azeglio Ciampi, regaló el segundo día a los electores para que los comicios pudieran celebrarse en religiosa paz.

Ello permitirá a la comunidad hebrea, que alberga algo más de 30.000 potenciales votantes, la mayoría concentrados en Roma y las regiones industriales del Norte, votar después de la puesta del sol de hoy, día 28, con la plena aquiescencia de Jehová.Berlusconi observa la pascua

Berlusconi, que se presenta por el primer colegio de Roma contra Luigi Spaventa, del Partido de la Izquierda Democrática, y contra Alberto Michelini, centrista, anunció ayer que votaría en la capital después de las ocho de la tarde de hoy, es decir, observando las prescripciones de la pascua judía.

El coordinador de la campaña del líder de Forza Italia, Filippo Pepe, ha subrayado que Berlusconi había querido hacerse eco de la petición de la comunidad judía, votando al mismo tiempo que los hebreos practicantes, que desean dar, así, al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.

Al gesto-tic de Berlusconi se ha sumado el líder del Partido Radical, Marco Pannella, pero en su caso la opinión pública puede ver difícilmente más que el enésimo guiño de alguien que busca angustiosamente tanto un escaño parlamentario (que lo tiene muy cuesta arriba contra el neofascista Gianfranco Fini en Roma) como llamar permanentemente la atención para seguir existiendo.

Si Pannella no sale adelante en la votación uninominal no tendría más posibilidad de entrar en el Parlamento que por las listas de partido en la proporcional, pero los radicales jamás han sacado a escala nacional un 4% del voto, que es el mínimo exigido por la nueva ley electoral.

Entre gestos, tics y guiños, los líderes de los partidos agotan los postreros cartuchos de la campaña. La comunidad hebrea facilitará el escenario para el último mutis electoral.