La Justicia y el voto

El apoyo a los jueces que están cambiando el país con sus investigaciones sobre la corrupción ya no es unánime, según un estudio del instituto de sociología Eurispes, que identifica cinco tipo de actitudes entre los electores. El incorregible es el italiano convencido de que la vida sigue igual. Esta categoría, muy extendida entre los funcionarios (que siguen cobrando comisiones ilegales) y los empresarios (que las pagan) sigue alimentando la compra de votos. El aprovechado pide la requisa de los bienes de los corruptos, al tiempo que apoya a los partidos que se declaran en huelga de unos impuestos que él nunca ha pagado.El adaptable declara una fe en la revolución moral que en el fondo no tiene, y se prepara para incorporarse a nuevos juegos del poder. El comprometido intenta realmente reducir la ilegalidad en su vida cotidiana y vota por los candidatos que promueven una verdadera renovación, sobre todo si están aislados, porque es alérgico a los aparatos. El catártico es el que levanta el paraguas y grita "¡ladrón!" cuando ve a un investigado. Su voto tiende a ser extremista, si no se abstiene. Sólo los dos últimos creen en los jueces.