"En Portugal no hay literatura 'light' afirma Lidia Jorge
La literatura portuguesa, gran desconocida en España aparte de excepciones como Fernando Pessoa y José Saramago, fue la protagonista de la tertulia de ayer en la librería Crisol de Madrid. La escritora Lidia Jorge, autora de novelas como La costa de los murmullos (Alfaguara) y Noticia de la ciudad silvestre (Alfaguara), habló de su obra, de la relación cultural entre los dos países ibéricos y de la realidad presente de las letras portuguesas.Le acompañaron su traductor Eduardo Naval y el agregado cultural de la embajada lusa Mario Quartin. Lidia Jorge dijo que en la actualidad en su país no hay "una literatura light, algo que quizá sea negativo".
En un breve escrito en castellano preparado para la ocasión, Lidia Jorge afirmó que la generación de escritores de su país de los años ochenta, gente como Almeida Faria, Joao de Melo, Helia Correira, Teolinda Gersao, Mario Claudio, Mario de Carvalho o María Vello da Costa vivieron todos dos situaciones traumáticas clave en los años sesenta: la guerra colonial en África y la represión interna de la dictadura de Salazar. "El molde social y estético de nuestra generación se encuentra ahí", aseguró.
A pesar de estas experiencias comunes y de que "todos queremos ser cronistas de nuestro tiempo", para Lidia Jorge "no se pueden colocar rótulos a ninguno de estos autores y menos decir que constituyan una escuela, ya que somos muy pocos y muy diferentes".
Sin embargo, la autora portuguesa sí admitió la sustanciosa influencia en esta generación de escritores como José Cardoso Pires, Agustina Bessa-Luis y Vergilio Ferreira.
Ni novela negra ni rosa
Lidia Jorge mencionó el empeño de los escritores por explorar a fondo las posiblidades de la lengua portuguesa, "cuya esencia es menos dramática que lírica" y la ausencia de géneros populares como la novela negra o la rosa. "La literatura portuguesa es seria, difícil, pero tiene mucha fuerza poética". Sobre este tema, Eduardo Naval señaló: "El escritor en Portugal no cede al lector, sino que lo crea".Según Lidia Jorge, "antes de Pessoa no había una escritura propia portuguesa y casi todo lo que se hacía debía mucho a traducciones de otros países". La búsqueda de su propia identidad cultural llevó a Jorge a escribir libros como O dia dos prodigios y O cais das merendas, que se inscriben en lo que ella llama "cartografía del alma mitológica ibérica". Esta vuelta a la simbología tradicional, no debe, en opinión de la escritora, "hacer perder una óptica universal".
En el debate con los asistentes, se planteó la falta de un instituto portugués en Madrid. Mario Quartin aseguró que "dentro de muy poco el Instituto Camoes, de reciente creación y equivalente al Instituto Cervantes, tendrá una sede en Madrid".
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