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ELECCIONES EN ITALIA

Las contradicciones se encarnan en Turín

La crisis de Turín preocupa más porque siempre ha sido como el símbolo, aunque extremo, de todas las contradicciones económicas de Italia. En Turín nació el boom económico industrial. Allí todos encontraban trabajo fácil. Los utilitarios cambiaron las costumbres de todos los italianos.Gianni Agnelli fue como el rey por todos respetado, incluso en los momentos duros de las luchas sindicales y de los ataques de la organización Brigadas Rojas.

Pero aquellos años de gloria están costando muy caro, según explica el sociólogo Vittorio Rieser, del Centro de Investigación del IRES y catedrático de Sociología de la Universidad de Módena.

Según Rieser, que fuera sindicalista respetado en Fiat, la empresa de Agnelli está cambiando de modelo organizativo. Se encuentra, dice, "con una masa de mano de obra relativamente vieja, semianalfabeta, con pobre experiencia profesional, dificil de reciclar y que Fiat no puede emplear para su nueva, experiencia en las fábricas del sur del país, hacia donde se está desplazando".

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A la vista de cómo están las cosas, Turín está tomando conciencia de que Fiat la va a dejar. "Y se siente traicionada", constata Nerio Nesi, turinés, ex presidente de Banca Nazionale del Lavoro, quien hace notar tres elementos clave de la crisis de Turín: la editorial Einaudi, que se va a trasladar a Milán; la deserción de Ronconi, director del Teatro Estable, y que Turín dejará de tener dos equipos de fútbol, que es lo que da prestigio, por ejemplo, a Milán, Roma y Génova.

Maurizio Magnabosco, jefe de Personal de Fiat Auto, reconoce abiertamente que los trabajadores de la Fiat en Turín no sirven para la nueva organización de fábrica integrada y afirma que para la experiencia nueva se "necesita también gente nueva".

De ahí que para la fábrica de Termoli, con 9.000 trabajadores, haya preparado en Turín a 80 ingenieros nuevos, y que haya nombrado director a un joven de 35 años, de Alfa Romeo, no de Fiat, y que como director de personal haya colocado a otro joven de 32 años "que nunca había trabajado en Turín".

Lo que no acepta Magnabosco es que Turín vaya a dejar de ser la capital de Fiat, porque asegura que en Mirafiori siempre se harán coches, y sobre todo porque Turín seguirá siendo, dice, "un centro de innovación tecnológica".

A quienes acusan a Fiat de haber recibido del Estado el regalo de las jubilaciones anticipadas para esos miles de cuellos blancos, Magnabosco, responde que se ha tratado de "un acto de responsabilidad", porque poner en la calle a un empleado con familia con 40 años "hubiese sido de suicidio".

Pero Rodolfo lannaccone, catedrático de Economía de la Universidad de Pavía, subraya que esas jubilaciones jóvenes y el hecho de que no haya en Italia un tope (se jubila uno con el sueldo medio de los últimos cinco años) es lo que está hipotecando la economía futura del país.

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