Berlusconi pide amparo al presidente Scalfaro contra los magistrados que le "persiguen"
El candidato Silvio, Berlusconi a las elecciones legislativas italianas del próximo día 27 contiene mal la indignación que le produjo el registro judicial a últimas horas del pasado miércoles de oficinas de su grupo empresarial, Fininvest. "Es una verdadera agresión de Estado policiaco. No he dormido en toda la noche declaró ayer en uno de los barrios de Roma en los que se presenta a diputado. Más tarde anunciaría que hoy presentará un escrito al presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, para denunciar que la magistratura de Milán tiene dos caras: "Una de justicia y otra de persecución política".
"Hay algún juez que actúa inequívocamente: se trata de una interferencia en la actual campaña electoral", añadió Silvio Berlusconi, que ya la víspera había calificado de "vergüenza indigna" el registro de las oficinas de Publitalia, filial de Fininvest."Me parece que quien habla así tiene una perspectiva que no se corresponde con el Estado de Derecho", replicó ayer el fiscal jefe de Milán, Saverio Borrelli. Este recordó, además, que las actuaciones judiciales no pueden depender de contigencias políticas, y que él mismo había desaconsejado que se presentaran a las elecciones "quienes guarden cadáveres en sus armarios". "Es absurdo pronunciar frases que suenan a condena antes de que se haya desarrollado un proceso regular", le respondió Berlusconi.
Este enfrentamiento del presidente de Forza Italia con los fiscales que han pedido la detención de Marcello Dell'Utri, presidente de Publitalia, y de los otros cinco directivos implica riesgos, porque la gran mayoría de los italianos sigue apoyando a estos magistrados y desconfía de quienes les atacan.
Pero las pesquisas sobre Fininvest sorprendieron a Berlusconi precisamente en plena comparecencia pública, y sin posibilidad de preparar una reacción ni ocultar sus emociones. Hasta 48 horas antes, el presidente de Fininvest llevaba camino de convertirse en el primer populista electrónico de la historia, capaz de arrastrar a las masas con sus promesas de reducir los impuestos y crear un millón de puestos de trabajo sin necesidad de exponerse al aire ni rozar una mano.
Selectas cenas y encuentros con los cuadros de Forza Italia habían sido los únicos actos de una campaña que no incluye ruedas de prensa ni entrevistas, salvo con muy pocos periodistas de la confianza de Berlusconi. Sus cadenas de televisión son muy capaces de hacerle la imagen.
Sin embargo, Silvio Berlusconi no podía obviar completamente el contacto con los romanos, que tendrán que optar entre él o Luigi Spaventa, candidato de la izquierda y actual ministro de Presupuestos. Gran parte de su campana romana transcurre en despachos y aristocráticos salones más que en la calle. Pero los periodistas siguen continuamente sus desplazamientos.
"Las acusaciones son falsas, pero aunque no lo fueran podrían haber sido afrontadas tras las elecciones, dado que han transcurrido dos años desde los hechos. El que esto ocurra a 15 días del voto me parece indicativo de una gran imprudencia o quizás de algo rnás", declaró ayer Berlusconi.
Dell'Utri, que además de estrecho colaborador empresarial es el artífice y animador de la campaña de Berlusconi, afirmó en la noche del miércoles, tras prestar declaración voluntaria ante los jueces de Milán, que nadie le había preguntado por el flchaje de Gianluigi Lentini. La prensa italiana insiste, sin embargo, en que lo que los jueces buscan en Publitalia son las facturas falsas con las que se creó el dinero negro necesario para pagar un sobreprecio de 6.000 u 8.000 millones de liras (entre 480 y 640 millones de pesetas) por encima de los 18.000 millones de liras autorizados como precio de la compra del jugador por el Milán, el equipo de fútbol que preside Berlusconi.
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