El comercio de tejidos humanos ha sustituido al tráfico de órganos
El gran negocio mundial no está actualmente en el tráfico de órganos humanos sino en el mercado de tejidos procedentes de cadáver, según han puesto de relieve expertos europeos en trasplantes reunidos ayer en Suiza. Una propuesta de directiva europea a la que se oponen España e Inglaterra pretende calificar el hueso como "dispositivo médico"; lo que significaría la explotación comercial de un componente humano.
Huesos procedentes de países del Este que invaden el resto de Europa; córneas latinoamericanas; válvulas cardiacas comercíalizadas por multinacionales estadounidenses. Las garantías sanitarias de extracción y la procedencia de estos elementos del cuerpo humano preocupan a los especialistas en trasplantes. "Con el comercio de tejidos puede suceder lo mismo que con la sangre", explicó el responsable de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz.Los huesos, las córneas, las válvulas cardiacas son tejidos humanos cada vez más utilizados en cirugía Y que en países como España se obtienen por donación. Su necesario tratamiento técnico antes de usarlo, todavía deficiente en nuestro país, ha puesto en marcha toda una industria multinacional que puede conducir, en opinión de muchos especialistas, a un verdadero mercadeo de tejidos humanos. A esto se une un creciente fenómeno de obtención ilegal,mediante la violación de cadáveres. Apenas hace dos semanas se ha abierto una investigación judicial en un hospital de Roma tras la aparición de varios cadáveres de pacientes a los que se había extraído sus córneas.
Un informe sobre el tráfico de organos presentado por Eric Sottas, director de la Organización Mundial contra la Tortura, destaca un fenómeno que preocupa a los aspectos europeos por sus implicaciones éticas, y es el "turismo de trasplantes". El hecho de que la compraventa de órganos humanos sea legal en muchos países está provocando la eclosión de clínicas especializadas, generalmente en naciones poco desarrolladas, gracias a las cuales los enfermos de lujo se libran de las listas de espera de sus respectivos países.
Según se ha comentado en Basilea, los alemanes están viajando a Hong Kong, los japoneses a China y los estadounidenses a la frontera mexicana y a la India. "Ya hay algún caso de pacientes que se han vuelto a su país con un órgano nuevo, pero también con sida", dijo Matesanz.
Europa lucha hace años por el uso altruista de la sangre. Esa misma consideración "non ptofic" tienen hasta ahora el resto de los elementos del cuerpo humano. Con este objetivo, Eric Sottas propuso que se aplique la legislación europea "a distancia" a los ciudadanos de la Unión Europea que ejerciten el "turismo, de trasplantes". Es decir, que un alemán sea castigado en su país a la vuelta de Hong Kong. Aspiración similar ha demostrado el consejo asesor del Ministerio de Sanidad, al pedir que no sólo se castigue el tráfico de órganos en España, sino también su anuncio o cualquier tipo de publicidad al respecto.
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