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Solbes pide más transparencia a bancos y cajas

El ministro de Economía, Pedro Solbes, lanzó ayer un aviso al sistema financiero al afirmar que "es imprescindible que los bancos sean más claros y transparentes en su relación con los clientes". A juicio del ministro, la competencia del sector es la mejor garantía de que los bancos mejoren su relación con la clientela, "pero siempre es necesaria una vigilancia sobre el sistema". De hecho, añadió, "en los últimos años la autoridad monetaria ha dictado una serie de disposiciones que han obligado a aclarar las tarifas que se aplican en las comisiones, el cálculo de intereses, y salvar así la confusión que ha habido en los índices de referencia de los préstamos hipotecarios".Solbes aprovechó su intervención en la "Jornada sobre Bancos y Cajas en el Inicio de la Recuperación" que organiza Cinco Días para señalar que el ejercicio de la banca es difícil y "será más dificil aún en el futuro. La regla segura para esta actividad es la prudencia y la discreción, así como una buena atención a la clientela".

El ministro recalcó a continuación que es necesario un ejercicio de austeridad en los costes de explotación "a todos los niveles" y añadió que la alta morosidad no sólo es producto de la recesión, sino también "de la falta de una adecuada gestión de los riesgos". Solbes, tras señalar que "comenzamos a vislumbrar la recuperación económica", recordó que solamente con mejora de la competitividad y la eficiencia se saldrá adelante". A este respecto, recordó la transposición de la segunda directiva bancaria de la Unión Europea al mercado español en banca y en seguros.

Rebrote inflacionista

Posteriormente, en la presentación del balance económico de 1993 publicado por la revista Economistas, el ministro advirtió sobre el peligro de que se produzca un rebrote inflacionista que acompañe a una recuperacion económica que consideró posible "en la segunda parte de este año". Esa subida de los precios, señaló, podría "dificultar nuestra competitividad externa".

Solbes reiteró que el paro es el principal problema de la economía española. El déficit público, la inflación y las reformas estructurales, recordó, le siguen. Respecto al déficit, comentó que la deuda -o déficit acumulado- es el más bajo de Europa y que la imposibilidad de alcanzar el 3% del PIB en 1997 no implica un abandono del objetivo de su reducción. "Lo importante es la tendencia a reducirlo, con o sin Maastricht", afirmó. Precisamente el reconocimiento público de que no se logrará ese requisito para acceder a la primera fase de la Unión Monetaria prevista en Maastricht provocó una depreciación de la peseta frente al marco, que quedó en 82,2 pesetas frente a las 81,9 del lunes.

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