Retrato de familia
El enorme éxito que está obteniendo El piano (1993), la última película de la realizadora neozelandesa Jane Campion, ha hecho que se estrene en las salas comerciales su ópera prima, Sweetie (1989). Mientras, se habla de reponer Un ángel en mi mesa (1990), la serie de televisión en tres partes realizada entre medias sobre la novela homónima de su compatriota Janet Frame.Muy lejos de ambos trabajos se sitúa Sweetie, que hace el retrato de una extraña familia a través del enfrentamiento entre sus dos hijas. La reservada, independiente y monógama Kay, y la extrovertida, marginal y delirante Sweetie. Narrada desde el punto de vista de la primera, aunque a este nivel encierre algunas irregularidades estilísticas, subrayado por su voz de fondo, describe un mundo de personajes con problemas psicológicos.
Sweetie
Directora: Jane Campion. Guionistas: Gerard Kee, Jane Campion. Fotografla: Sally Bongers. MúsIca: Martifi Armiger. Intérpretes: Karen Colston, Genevieve Lemon, Tom Lycos, Jon Darling, Dorothy Barry. Nueva Zelanda, 1989. Estreno en Madrid: Ideal (versión original subtitulada).
Más allá de los celos existentes entre ambas hermanas, provocados por el excesivo amor del padre hacia la mayor Sweetie, de la buena descripción que se hace de unos seres al borde de la locura, el interés primordial de Sweetie nace del peculiar tono narrativo utilizado por la debutante realizadora Jane Campion para reflejarlo.
En la medida que, dentro de una narración más o menos convencional, gracias al empleo de una peculiar planificación, de cierta dilatación en los tiempos narrativos y, también, por las peculiares tonalidades de la excelente fotografía de Sally Bongers, consigue un cuidado retrato hiperrealista, tanto por la minuciosidad con que se describen las más nimias acciones como por el tono general de la película.
Evidentemente Sweetie tiene muchos de los característicos problemas de una primera película, demasiada delectación sobre aspectos poco interesantes de la historia que suponen oscilaciones del ritmo narrativo, el señalado cambio de punto de vista narrativa que crea cierta confusión innecesaria dentro de la historia, un presupuesto demasiado reducido que impide situar la narración dentro de su contexto geográfico, pero por encima de todos ellos muestra a Jane Campion con la suficiente capacidad para crear un mundo personal.
La distancia que separa El piano de Sweetie es muy grande, sobre todo desde el punto de vista de producción, pero en el fondo ambas son retratos de mujeres con serios problemas afectivos contados desde una posición feminista.
Babelia
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