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SANIDAD

Sanidad desmiente cualquier temor acerca del septrin o abactrin

"No hay ningún motivo para dejar de tomar septrin o abactrin". Así de contundente se manifestó ayer el subdirector general de control farmacéutico del Ministerio de Sanidad, José Félix Olaya, en relación con la noticia del diario británico The Sunday Times que atribuye 113 muertes al consumo de ambas medicinas.El director médico del fabricante de septrim en España, Luis Valenciano, aclaró que se trata de todos los fallecimientos por reacciones adversas durante 25 años. "No es que se haya producido un acúmulo. Se deben a reacciones de hipersensibilidad poco frecuentes y que también suceden con otros medicamentos como la penicilina", explicó.

Septrin, de la compañía Wellcome, y abactrin, de Roche, son dos potentes antibacterianos de uso muy común contra infecciones respiratorias agudas, aunque en los últimos años su aplicación se ha concentrado en infecciones de las vías urinarias. Los enfermos de sida son grandes receptores de este tipo de fármacos. Según el urólogo Enrique Pérez Castro, el septrin o el abactrin son "la aspirina de los urólogos", en alusión a su uso frecuente. "En 23 años de experiencia profesional nunca he visto ningún problema con ellos", aseguró.

Ambos están compuestos de cotrimoxaxol, un combinado de trimetoprima y sulfametoxazol. Al último elemento se le atribuye la responsabilidad de las reacciones adversas, cuantificadas en España en 1,42 fallecimientos por millón de habitantes asociadas a su consumo. En consumidores menores de 40 años, la frecuencia es menor, de 0,25 por millón, según indicó Valenciano. "Está en discusión la posibilidad de suprimirlo del medicamento, porque algunos expertos creen que solo con la trimetoprima se consigue casi el mismo efecto que con los dos medicamentos combinados", agregó.

Dos millones de envases

En los últimos 25 años se han prescrito en España unos 150 millones de envases de ambas marcas,pero su uso decrece ante la aparición de fármacos de nueva generación más precisos en su acción terapéutica. Así, en 1985, la Seguridad Social prescribió en régimen ambulatorio 9,5 millones de envases que se han reducido a 2.700 millones en 1992.

"Es un medicamento útil que se va autorregulando. En pocos años probablemente habrá otros más seguros y eficaces", aseguró José Félix Olaya. Desde su punto de vista, las informaciones del rotativo británico "están sacadas de contexto", a partir del informe original del Comité Nacional para la Seguridad de las Medicinas del Reino Unido. "Esta medicación ha salvado muchas vidas", insistió.

Ni el Ministerio de Sanidad, ni los laboratorios responsables de la fabricación de ambos productos en España tienen intención de modificar las actuales condiciones de dispensación e indicación terapéutica.

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