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La industria musical española toca fondo

De los 50 millones de discos vendidos en 1993, la mitad fue en soporte de compacto

Después de asomarse al abismo de la crisis en los últimos años, sorteándolo con cierto aire de suficiencia, las ventas de discos en España han atravesado en 1993 el peor año de su última década. La definitiva aceptación del disco compacto no ha sido suficiente para frenar la caída en las ventas, mientras el tradicional elepé ultima su agonía y el descenso de la casete confirma que ya no quedan muchos agujeros en el cinturón. Para complicar más las cosas, a los artistas españoles cada vez les corresponde menos porción de tarta: sólo un 30% de las ventas son del repertorio nacional.

"Ha sido el peor año desde 1985. No catastrófico, pero sí malo", afirma Rafael Gil, presidente de la discográfica EMI España. Es la misma impresión que la expresada por Carlos Grande, gerente de la Asociación Fonográfica y Videográfica Española (Afyve), que engloba a la mayoría de las empresas discográficas. "Las unidades vendidas han bajado un 3% aunque la facturación es probable que haya aumentado un 4%", afirma Grande. "La crisis ha sido de menor importancia que lo que se temía a principios de año"."Las ventas en dinero han subido un poco", confirma Rafael Gil, "pero ha sido significativo el tremendo bajón del vinilo, el moderado de la casete y la gran subida del compacto de bajo precio".

La disminución en 1993 de 2.512.000 unidades de música grabada significa que, aunque el compacto se ha situado por vez primera en la historia de la música grabada en España como principal soporte, su pujanza no ha sido suficiente. A la disminución de ventas se une el mínimo crecimiento de su traducción en pesetas, un dato desconcertante este año al contabilizar la Afyve el precio al mayorista (39.441 millones de pesetas) en lugar de la facturación por precio de venta al público (aproximadamente 64.535 millones en 1993; es decir un 4% de aumento sobre 1992 según el porcentaje manejado por Carlos Grande), como en ejercicios anteriores.

Asumir el desconcierto

"A veces no hay más remedio que asumir este desconcierto, para saber que el precio de venta al público de los discos ha bajado este año como consecuencia de la entrada en la distribución de operadores muy agresivos en precio y repertorio", afirma José María Cámara, director general de BMG Ariola. Estos nuevos operadores (FNAC, Virgin, El Corte Inglés y Madrid Rock) han logrado abaratar el precio y, según Cámara, "parte del crecimiento en dinero de 1993 tiene mucho que ver con ésto. Además, de los 39.000 millones [precio al mayor, sin impuestos] hay una parte accidental. Algunas ventas han distorsionado el mercado porque han permitido un crecimiento ficticio,'.

El éxito de los discos recopilatorios de Los Beatles y del canto gregoriano de los monjes de Silos son dos casos significativos de estos lanzamientos inhabituales, que han permitido que el balance del conjunto de la industria discográfica no haya sido negativo en 1993.

José María Cámara abunda en la falta de solidez del mercado de la música grabada con nuevos datos. "Este año, los discos han competido con los cosméticos y perfumes en publicidad en televisión. Para mantener las ventas, hemos tenido que aumentar salvajemente la inversión publicitaria, con el consiguiente empobrecimiento de la cuenta de resultados de la industria".

La venta de compactos a mil pesetas, procedentes del relanzamiento de fondos de catálogo que no requiere otra inversión que el prensaje y la distribución, es lo que marca la utilidad de este formato para suavizar los malos tiempos. "Con tal de inyectar volumen en el mercado, las discográficas están bombeando productos a bajo precio para conseguir algo de rentabilidad", dice Rafael Gil. "Así, la sustitución del elepé por el compacto no es suficiente para mantener los márgenes de la industria. Los beneficios de muchas discográficas habrán bajado este año".

Con los formatos de discos de dos canciones (englobados en 1993 por Afyve en el apartado Máxisingles), de casetes y compactos singles sin apenas repercusión en el mercado, el futuro queda en manos de los novísimos soportes musicales: la casete digital y el minidisc. Del primero se han vendido 21.000 unidades; del segundo, 64.000. "Estos nuevos formatos digitales acaban de aparecer y, aunque poco, algo ayudan", dice Carlos Grande. "Los que no acaban de dar el empujón son los vídeos, que en España apenas han superado los 250.000 ejemplares vendidos, cuando en Francia alcanzan el rnillón".

El mercado mató al creador

"Lo más grave es que no se ha producido el relevo de nuevos artistas, y la oferta musical se ha envejecido", dice José María Cámara, director general de BMG Ariola, respecto a la situación de la música española. "La tasa de renovación de talentos está bajo mínimos, y sería muy de lamentar el considerar aceptables los resultados de 1993. La intranquilidad obliga a buscar cosas nuevas".Los datos de Afyve en cuanto al origen del repertorio vendido, cantan. Sólo el 31,821/6 corresponde a artistas españoles. El 60,3 1 % de las ventas es para el repertorio internacional y el 7,86% para la música clásica.

Según la Sociedad General de Autores de España, los discos más vendidos en 1993 correspondieron a la banda sonora de El guardaespaldas, Eric Clapton, Juan Luis Guerra, Kenny G, Paul McCartney, Gloria Estefan, UB40, las dos recopilaciones de Los Beatles y una recopilación de soul. El último de la Fila, Rosario y el gregoriano de Silos, representan a España. 'Lo anglosajón domina el mercado", dice Carlos Grande, gerente de Afyve. "De los países europeos, sólo Francia destaca el producto local".

Para Rafael Gil, presidente de EMI España, "la realidad es que hay una evidente crisis creativa. La crisis económica hace que las discográficas miren mucho las inversiones. Eres más selectivo a la hora de experimentar con nuevos valores, consciente de que el talento nuevo nace porque la gente lo pide, y hoy la gente tiene otras necesidades que cubrir". José María Cámara termina contundente: "El poder de los creadores se ha trasladado al marketing y todo es a corto plazo. Este es el punto crítico".

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