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La casa de las ciudades

Barcelona inaugura hoy un ambicioso centro de cultura contemporánea

"Los últimos serán los primeros", dice la Biblia, y así ha sido en el caso del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), cuya sede, un antiguo hospicio reformado en pleno barrio viejo, se inaugura esta noche. Último porque de todas las infraestructuras culturales que están en proceso de construcción en Barcelona, el CCCB es el primero en inaugurarse; y último también porque es un proyecto ambicioso que quiere ser innovador y diferente. Su objetivo es ser "un centro multidisciplinario y multifuncional" cuyo único tema es la ciudad. No una ciudad en concreto, sino las ciudades en general, como concepto que permite analizar la cultura contemporánea desde todas sus vertientes.

La Casa de la Caritat (Casa de la Caridad), nombre con que se conoce a la sede del CCCB ya que desde 1802 hasta 1959 funcionó como hospicio, se ha convertido ya en la casa de las ciudades. De hecho, su lema es La ciudad de las ciudades. ¿Por qué la ciudad como eje temático de un centro cultural? El director del centro, el periodista y filósofo Josep Ramoneda, tiene muchas razones: "Porque si en una cosa es competitiva Barcelona a nivel internacional, es en su capacidad de inventar y sugerir propuestas para la transformación de la ciudad; porque, ya en un campo más abstracto, Barcelona es una ciudad cívicamente pura, en el sentido de que tiene vocación de capital, pero que al no serlo no está contaminada por todo el aparato burocrático del Estado; porque la ciudad es el lugar en el que se vive y se representa la modernidad, y por tanto, escoger a la ciudad como tema de un centro cultural es una forma de hacer la imprescindible crítica a la modernidad, y porque, desde esta perspectiva, se puede avanzar en una visión de la ciudad más plural, que no quede secuestrada por la visión, importante pero insuficiente, de los arquitectos, urbanistas o políticos".

Actividades

En resumen, la ciudad es el receptáculo conceptual que permite analizar el entorno cultural y social de la sociedad moderna. ¿De qué manera? El centro tiene tres grandes líneas de actuación: formación (masters, cursos y conferencias), investigación (centro de documentación y elaboración de proyectos de exposiciones y publicaciones) y difusión (exposiciones temporales y otras actividades abiertas al público). Las dos primeras funcionan ya desde hace tres años y la tercera empieza esta noche con la apertura al público de la sede del centro -acto que contará con la presencia del vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra- y la inauguración de la primera exposición: Ciudades.- del globo al satélite, que presenta la transición de la ciudad fortificada del siglo XIX a la metrópoli contemporánea a través de vistas aéreas realizadas primero desde el globo, después desde el avión y finalmente desde los satélites.En la programación de este año destaca la presentación en junio de Visiones urbanas, una ambiciosa exposición realizada en colaboración con el Centro Georges Pompidou de París, entidad que ha apadrinado al centro barcelonés en el circuito cultural internacional. La exposición analiza la imagen de las ciudades desde 1870 hasta la actualidad incluyendo desde pinturas de Canaletto o El Greco hasta prospecciones futuristas de las ciudades del siglo XXI. En otoño, tomará el relevo una exposición sobre El noucentisme, el movimiento cultural catalán que marcó el nacimiento de este siglo. También durante este año se presentará el primer volumen del Atlas histórico de las ciudades europeas, dedicado a la península Ibérica, el principal proyecto editorial del centro.

Pero no sólo eso será el CCCB. En el futuro tendrá videoteca y una sección del Museo de Historia de la Ciudad dedicada al urbanismo contemporáneo. También se pretende convertirlo en un aglutinador de todo tipo de actividades culturales que se producen en la ciudad, desde conciertos de música contemporánea -el pasado miércoles la Orquestra del Teatre Lliure inauguró el auditorio con un miniciclo dedicado a la música europea. de los años veinte- hasta colaboraciones con el Salón del Cómic, pasando por la realización de congresos o actuaciones para público infantil en el patio interior del edificio. "En realidad, nuestra función se demostrará con la práctica, con las actividades y programas diarios", concluye Ramoneda.

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