Clinton pide a Rusia que colabore para investigar las actividades del superespía Aldrich Ames

El presidente norteamericano, Bill Clinton, apostó ayer por "esperar y ver" la reacción de Moscú en el caso del espía Aldrich Ames, pero no descartó represaliascontra Rusia si ese país no colabora para investigar las actividades de espionaje contra Estados Unidos descubiertas esta semana. Clinton congeló así una decisión sobre la propuesta del senador Dennis DeConcini, presidente del Comité de Inteligencia del Senado, que sugería suspender durante 60 días la ayuda económica a Rusia para que Moscú sancione a sus diplomáticos implicados en el caso.

Bill Clinton trató ayer de rebajar en alguna medida la tensión en las relaciones con Rusia y declaró que "es necesario esperar una completa respuesta por parte de Rusia antes de tomar ninguna determinación".El senador DeConcini había declarado previamente que Estados Unidos "necesita una firme y positiva respuesta del Gobierno ruso sobre lo que van a hacer en este asunto", y recomendó a la Administración que congelase por espacio de dos meses la entrega de los 2.500 millones de dólares de ayuda económica que están aprobados para este año.

Clinton explicó que la suspensión de la ayuda podría perjudicar a personas y organismos que nada tienen que ver con el Gobierno.

' El presidente norteamericano manifestó que sigue creyendo que 9o mejor para los intereses estadounidenses es apoyar al proceso de reformas económicas y de desnuclearización en Rusia", pero repitió que el caso Ames es "muy serio" y merece una respuesta convincente por parte de Moscú.

Una de las respuestas que el Gobierno norteamericano espera, según detalló un alto funcionario de la Administración, es que los rusos retiren o sancionen por su propia voluntad a los diplomáticos de su embajada en Washington que servían de contacto con el agente de la CIA, detenido el lunes por trabajar para Moscú.

El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, presentó ayer al Comité de Relaciones Exteriores del Senado un informe sobre este incidente en el que manifiesta que la gravedad del daño causado a las relaciones entre Washington y Moscú "dependerá de las acciones que los rusos tomen en los próximos días". "La continuación de las actividades de espionaje de Rusia contra Estados Unidos es inaceptable", afirmó Christopher ante los congresistas.

Aunque aún no se ha detallado el tipo de información que Aldrich Ames y su esposa, la colombiana María del Rosario Casas Ames, vendieron desde 1985 a la Unión Soviética, primero, y a Rusia, después, funcionarios de la CIA calculan que costará alrededor de diez años reparar los daños causados por Ames. Será necesario estudiar todos los expedientes a los que pudo tener acceso- el agente espía, recomponer la redes de contraespionaje y tapar a funcionarios clave, cuyos nombres podrían estar en manos de los rusos. Es, según los expertos, el peor desastre en la historia del espionaje estadounidense, porque Ames era el más alto cargo que nunca ha estado al servicio de Moscú.