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Borrell y Leguina firman la reforma del centro a espaldas del alcalde

José Borrell firmó ayer con Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad, la financiación de la reforma del centro histórico de Madrid sin contar con la participación del alcalde. El titular de Obras Públicas se comprometió a aportar 3.000 millones de pesetas en los dos próximos años para rehabilitar viviendas del casco urbano. Pero no ha contado con el Ayuntamiento. No se fía del PP desde el plantón que recibió en el proyecto del aeropuerto.

El ministro de Obras Públicas ha accedido a aportar 3.000 millones de pesetas para la rehabilitación del centro de Madrid, pero no ha querido pactar directamente con el Ayuntamiento, del que dice no fiarse.La aportación está condicionada a que Leguina sea capaz de ponerse. de acuerdo con el alcalde, José María Álvarez del Manzano, quien tiene la última palabra para desarrollar planes urbanísticos en la ciudad.

El compromiso estatal consiste en subvencionar el 30% del coste de todas las actuaciones de reforma que se lleven a cabo en el centro histórico y en los barrios periféricos hasta una cuantía máxima de 3.000 millones en los próximos dos años.

Borrell justificó la ausencia del Ayuntamiento en la firma del pacto recordando el fracaso del acuerdo entre las tres administraciones para desarrollar la ciudad aeroportuaria de Barajas. "Todavía estoy esperando del Ayuntamiento alguna consecuencia práctica del compromiso que firmó aquí para desarrollar esa actuación", sentenció.

El alcalde, José María Álvarez de Manzano, se mostró ayer de acuerdo con la operación y aseguró que no le preocupaba el no haber sido invitado a la firma ya que, según sus propias palabras, "al final tendrán que contar conmigo, porque quien tiene que decidir sobre la ciudad soy yo".

La Comunidad aportará este año 5.000 millones de pesetas para rehabilitación de barrios periféricos, como San Blas y Carabanchel. Con el dinero que le sobre de la periferia quiere iniciar algunas actuaciones en el centro de Madrid y, además, subvencionará el 20% de las operaciones de reforma que se hagan en el casco histórico.

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El Ayuntamiento tiene previstos otros 2.000 millones para actuaciones en el centro de la ciudad, que comenzarán con reformas en la plazas de la Paja, Mayor y del Dos de Mayo.

En el corazón de la ciudad, la Comunidad pretende impulsar la creación de una herradura cultural que recupere las rondas comprendidas entre el Museo del Prado y el Palacio Real. Si Leguina consigue que el Ayuntamiento le ceda la gestión de esa zona, intentará convencer a los propietarios de importantes edificios en desuso ubicados dentro de la herradura para rescatarlos para la cultura.

Rehabilitación

Entre estos enclaves están la antigua fábrica de Tabacalera, (glorieta de Embajadores), los depósitos de Caja Madrid (ronda de Valencia) o el Real Monasterio de las Agustinas Recoletas junto al Reina Sofía). Además, se impulsará la rehabilitación de las 2.600 viviendas deterioradas que existen en la zona.Leguina explicó que la rehabilitación del centro puede durar entre 10 y 15 años, y servirá para rejuvenecer la zona sin expulsar a quienes viven en ella. El 25% de los habitantes de la zona centro son mayores de 65 años y el 50% de la inmigración se concentra ahí. El centro alberga el 80% de las oficinas, el 30% de los locales comerciales y en él se pueden encontrar las viviendas de mayor y menor calidad de la capital.

El presidente regional reconoció que el Ayuntamiento tiene la llave para que estos planes se lleven a la práctica, pero confía en la cooperación municipal.

El fracaso del plan

La rehabilitación de edificios es uno de los apartados del Plan Nacional de la Vivienda 1992-1995 que peor se está cumpliendo, según reconoció ayer la secretaria de Estado de la Vivienda, Cristina Narbona. En Madrid sólo se han ejecutado el 70%dé los objetivos que se marcaba el plan, un 30% menos que la media nacional. En su opinión, el insatisfactorio desarrollo del Plan 18.000 y la crisis de la cooperativa PSV son las causas de este retraso.El Ayuntamiento no comenzó a escriturar las parcelas del Plan 18.000 hasta 1993 y la cooperativa tiene el 80% de sus promociones comprometidas en Madrid. El alto número de viviendas desocupadas y en mal estado hace que en Madrid no sea tan necesario "crecer" como "rehabilitar" lo existente, advirtió Narbona.

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