Yeltsin intenta evitar el bombardeo
El presidente ruso, Borís Yeltsin, discutió ayer por teléfono con varios dirigentes de otros países sobre la situación en Bosnia, en un intento de evitar que la OTAN bombardee las posiciones serbias en Sarajevo. Esto es lo que se desprende de lo dicho por el portavoz presidencial, Anatoli Krásikov, quien comentó que Yeltsin piensa que en Bosnia la medicina no debe ser peor que la enfermedad". El ministro de Exteriores, Andréi Kózirev, reiteró la oposición de Moscú a cualquier bombardeo por parte de las potencias occidentales. Además, el viceministro de Exteriores, Vitaly Churkin, anunció que Rusia presentará una nueva iniciativa de paz para Bosnia en la reunión que hoy debe celebrarse en Ginebra entre las partes beligerantes.
"Decimos sí a una zona de seguridad; sí a la retirada de la artillería y del armamento pesado de esta zona de seguridad -para excluirla de bombardeos y tragedias como la del mercado de Sarajevo-, pero decimos no a la espiral del conflicto que supondría recurrir a bombardeos aéreos", declaró Kózirev en la capital kazaja, Almá Atá, donde se halla en visita oficial.
Zona de seguridad
Kózirev señaló que "los ultimatos y las amenazas" pueden ser usados como un pretexto para intensificarlas hostilidades, y defendió la idea de poner a Sarajevo bajo la protección de la ONU. Kózirev piensa que para lograrlo hay que crear una zona de seguridad alrededor de Sarajevo, "llenándola" con fuerzas de, la ONU, incluidas las rusas.
Kózirev envió una carta al secretario general de la ONU, Butros Gali, en la que expone por, qué se opone a cualquier bombardeo en Bosnia y en la que subraya que la decisión de utilizar la aviación es "prerrogativa exclusiva del secretario general de la ONU después de consultar al Consejo de Seguridad". De discutirse el tema en el consejo, lo más probable es que la Rusia surgida de las cenizas de la Unión Soviética utilice por segunda vez -la primera fue sobre Chipre- su derecho a veto.
En el Parlamento ruso todas las fuerzas políticas se oponen a los bombardeos. El ultranacionalista Zhirinovski abogó ayer por la retirada de todas las tropas extranjeras de Bosnia, y aseguró que el ataque occidental a los serbios sería una declaración de guerra contra Rusia y conduciría a la III-Guerra Mundial. "Los países a los que pertenezcan los pilotos serán completamente destruidos; no dejaremos piedra sobre piedra en su territorio", amenazó.
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