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Piden 88 años para cuatro acusados de matar a patadas a un mendigo

Tres de los cuatro jóvenes que propinaron la paliza que acabó con la vida de un mendigo en Bilbao en diciembre de 1992 desviaron ayer la responsabilidad hacia Luis Mariano Cabriada, apodado el loco. Todos admitieron ante la Audiencia de Bilbao haber agredido a Silverio Aragonés, de 55 años, pero aseguraron que fue el loco quien tras una noche de alcohol y drogas propuso "ir de cacería", es decir, "buscar mendigos para agredirles". El fiscal pide un total de 88 años de cárcel para los cuatro procesados.

Aingeru Zabala fue el primero en declarar en el juicio que comenzó ayer. Con voz baja e impecablemente vestido, negó cualquier vinculación con las ideas racistas, hecho que hubiese podido explicar la paliza propinada al mendigo. Los acusados rechazaron su intención de matar a nadie. Frases como dar un susto a un mendigo o "todo era una broma" fueron escuchadas en boca de los agresores. Aunque alguno reconoció que la broma al final "degeneró". Aingeru justificó su participación en el ataque para que el resto del grupo le aceptara,Ninguno de los cuatro, que tenían entre 16 y 21 años cuando ocurrieron los hechos, asumió la iniciativa de la paliza, pero con sus testimonios tanto Zabala como Ignacio Javier Díez y Ricardo Zorrilla descargaron la responsabilidad en el otro procesado, apodado el loco por su parecido con el cantante de rock Loquillo. En su declaración, Luis Mariano dijo que tenía una idea muy vaga de lo que ocurrió esa noche. "Sé que se le empezó a golpear, pero no sé quien", dijo.

Eran las tres de la madrugada y Silverio Aragonés, de 55 años, dormitaba ya en su habitual pensión al aire libre: la entrada de un establecimiento comercial. Los acusados admitieron ante el tribunal haber propinado numerosas patadas al mendigo en las costillas, pecho y piernas y dijeron que el loco le pegó en la cabeza con sus botas militares.

Silverio Aragonés se limpiaba, de pie, la sangre de la cara con un pañuelo cuando fue agredido de nuevo. El fiscal sostiene que el vagabundo "sufrió múltiples traumatismos que no afectaron a órganos vitales". A su juicio, dichas "lesiones, consideradas aisladamente, no tenían la suficiente importancia para explicar la muerte. Pero al haberse producido de forma simultánea, su acción conjunta (...) ocasionó a la víctima un síndrome traumático hipovolémico" que resultó fatal. Efectivos de la Policía Municipal detuvieron cuatro meses después de lo ocurrido a los acusados, integrantes de una cuadrilla de rockers.

El ministerio público ha acusado a los cuatro jóvenes de "asesinar" al mendigo a golpes. La defensa de uno de los agresores (Ricardo Zorrilla) considera que sólo hubo "intención de lesionar".

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