Francia y Alemania proponen medidas militares para detener la sangría en Bosnia-Herzegovina

Los países miembros de la Alianza Atlántica mantendrán una reunión a lo largo de esta semana para debatir el bombardeo selectivo de las posiciones de la artillería serbia en torno a Sarajevo después de la terrible matanza del pasado sábado en el mercado central de la capital de Bosnia. Francia asegura que hay consenso en el seno de la OTAN para presentar un ultimátum a los beligerantes en Bosnia-Herzegovina, mientras que Alemania ha solicitado el uso de medidas militares.El secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, por su parte, pidió al secretario general de la OTAN que solicite al consejo de la Alianza "autorización para bombardear las posiciones de artillería en y alrededor de Sarajevo".

La misiva de Butros-Gali, remitida al secretario general de la OTAN, Manfred Wörner, tiene cuidado de no mencionar a los serbios como responsables del ataque del sábado y refiere genéricamente a la artillería que rodea la ciudad como "responsable de los ataques contra objetivos civiles". Butros-Gali no autoriza expresamente los bombardeos, pero deja entrever que, si la OTAN está preparada para efectuarlos, los ordenará.En este sentido, la inminente reunión de embajadores de los países de la Alianza será clave. El ministro belga de Exteriores, Willy Claes, confirmó ayer que la reunión se celebrará esta semana, probablemente mañana.

El Gobierno alemán, limitado por imperativos constitucionales en intervenciones militares, ha hecho público un llamamiento para que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte las medidas necesarias, incluidas las militares, para evitar nuevos actos de violencia como la masacre de Sarajevo. En un comunicado, el portavoz del Gobierno de Bonn asegura que "el uso de medidas militares, como las ofrecidas por la OTAN a la ONU, no pueden excluirse más", informa desde Bonn Lino Ventosinos.

Por su parte, el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, declaró que la matanza del sábado constituye "un punto de inflexión" en el conflicto que desangra Bosnia y aseguró que existe un consenso entre los socios de la OTAN para imponer un ultimátum a las posiciones de la artillería serbia que rodean Sarajevo.

Sobre el terreno, el general Michael Rose, jefe de los cascos azules en Bosnia, manifestó que las primeras investigaciones sobre el cráter provocado por la explosión han terminado y que "es imposible decir quién disparó la granada".

Rose visitó en la mañana de ayer el mercado de Markale en compañía de Yasushi Akashi, el representante especial de Boutros-Gali, y del general Jean Cot, comandante de los cascos azules para la antigua Yugoslavia. "Tenemos algunas sospechas, pero no podemos decir nada", manifestó Akashi.

Poco después del mediodía de ayer comenzó la más importante vacuación de heridos de Sarajevo desde que estallara la guerra en Bosnia. Un centenar de personas, 60 de ellas heridas, la mayoría en la matanza del sábado en el mercado Markale, que causó 68 muertos, fueron trasladados a bordo de dos aviones estadounidenses y uno de la Cruz Roja Internacional al hospital militar norteamericano de Landsthul, cerca de la ciudad alemana de Kaiserslautern. Los equipos de ayuda llegaban ayer a la capital bosnia procedentes de todas partes. Un contingente médico quirúrgico noruego viajó toda la noche por carretera desde Tuzla para colaborar con los médicos de Sarajevo.

Un equipo norteamericano aterrizó procedente de Alemania. El doctor John MacCafferty, encargado de este equipo, examinó a los heridos y preparó su evacuación, y luego declaró que los hospitales locales habían hecho "un trabajo prodigioso teniendo en cuenta las condiciones de la ciudad".

Kernal Drndaka, director del hospital Kosevo de Sarajevo, señaló que los médicos de dicho centro habían practicado "62 operaciones muy delicadas y 125 menos graves".

En esta ocasión la ONU no se ha preocupado de las formalidades burocráticas exigidas por las partes para autorizar la evacuación de heridos. La mayoría de ellos no tienen pasaporte, visado ni otros documentos.