García Márquez recrea sus sueños en televisión

El realismo mágico latinoamericano llega a las pantallas de televisión. Televisión Española (TVE) estrena hoy, a las once de la noche en La 2, Me alquilo para soñar, una serie basada en un guión del escritor colombiano Gabriel García Márquez. La serie, rodada íntegramente en Cuba, está protagonizada por la actriz alemana Hanna Schygulla y los españoles Fernando Guillén, Charo López y Álvaro de Luna. En opinión de su director, el brasileño Ruy Guerra, Me alquilo para soñar "se mueve en un universo onírico en el que se confunden imaginación y realidad".

La serie se desarrolla en Cuba en los años inmediatamente anteriores a la Revolución Cubana. A lo largo de seis capítulos, de una hora de duración cada uno, se narra la historia de Alma, una mujer que tiene el don de la adivinación a través de los sueños y que, fascinada por una casa con la que ha soñado a lo largo de 30 años, decide alquilar sus sueños a los propietarios de la vivienda, la familia Morán."Me siento muy satisfecho con el resultado final de la serie", asegura Fernando Guillén, que interpreta el papel de don Diego, el rico emigrante español propietario de la casa de los sueños de Alma. "En cierto modo, se puede decir que Me alquilo para soñar es una vuelta de tuerca de Gabo con respecto a las telenovelas al uso, con un fuerte componente de terror onírico".

La historia parte de un pequeño texto de García Márquez que más tarde desarrolló con la ayuda de sus alumnos del Taller de Guionistas de la Escuela de Cine de la Habana. Hanna Schygulla, la actriz favorita de Fassbinder, define la serie como "la historia atormentada de una familia, en la línea de los cuentos de espectros". Gabriel García Márquez supervisó personalmente determinados momentos del rodaje.

Schygulla, que ya había colaborado anteriormente con García Márquez en El verano de la señora Forbes -emitida por TVE en 1988- encarna en la serie a Alma, "una mujer que sueña por encargo lo que los demás quieren".

El rodaje se realizó en Cuba en 1992 y contó con mayoría de actores cubanos, "todos grandes profesionales, a pesar de las dificultades por las que están pasando", dice Guillén. La serie, que ha sido vendida a diversos países americanos -incluido Estados Unidos- está coproducida por TVE, y ha costado más de 300 millones de pesetas.