Bodas con grelos
David Fernández irrumpió hace unos cinco años en la sierra norte madrileña. Compró tres grandes fincas en Valdemanco que unió para convertirlas en una gran cantera que denominó Navasales II. De ella se extraían 42.500 toneladas de granito blanco-castilla, crema-cabrera y crema-champán. Dio trabajo a 32 personas, aunque los empleos indirectos superaban el centenar. En El Berrueco adquirió la finca La Dehesa, en la que creó una cantera de la que se extraían 2.500 toneladas de granito al año.Después de comprar las fincas, cedió su explotación a destajistas que se dividían los terrenos. Cada uno de ellos contrataba a su vez con un sueldo fijo a tres o cuatro peones para que trabajasen en el terreno que el industrial les cedía. El producto obtenido era vendido a David Fernández.
La venida de Fernández a la sierra implicó la llegada de varias decenas de destajistas y peones especializados desde Galicia. En Bustarviejo, en los últimos años, unas veinte mujeres se han pasado con canteros gallegos. La última boda se celebró el domingo.
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