Hanoi espera inversiones norteamericanas multimillonarias en todos los sectores
Estados Unidos, apremiado en Hanoi por los ejecutivos de la Coca-Cola, Citibank, Philip Morris o Caterpillar, levantó el embargo a Vietnam muchos años después de que este pequeño país indochino debiese aceptar una moratoria en la sepultura de sus muertos para encargarse del obituario de los marines norteamericanos desaparecidos en combate. Un portavoz oficial subrayó que la cancelación del castigo "es buena para Vietnam, para Estados Unidos y para toda la comunidad internacional".
Las agencias informativas acreditadas en la capital de un país devastado por cuarenta años de guerras destacaban ayer el júbilo del empresariado estadounidense domiciliado en la bella ciudad colonial bombardeada por los B-52, y también la ausencia de manifestaciones callejeras de alegría excepto la convocada por degustación gratuita de Pepsi-Cola.Los vietnamitas saltarán de gozo cuando las multimillonarias inversiones previstas lleguen a las mismas aldeas y arrozales, reventados hace dos décadas con ocho millones de toneladas de explosivos y 75 millones de litros de veneno.
Pliam Truong Giang, de 58 años, veterano de aquella salvaje contienda recibía el anuncio con alivio. "El odio únicamente trae dolor de cabeza. La medida ayudará a vencer complejos. Algunos lo han conseguido". Frederik Downs, infante de marina mutilado, distinguido con varias medallas, debió viajar a Hanoi en 1988 para reconocer que durante 13 años convivió con un síndrome que compartieron otros muchos en campaña. "Ocurrió, para decirlo llanamente, que empecé a considerar a los vietnamitas como seres humanos", escribió después en uno de sus dos libros.
Dawns, miembro de una de las misiones oficiales que rastrean el paradero de cerca de 2.238 marines, admitió finalmente que el enemigo vietcong era comunista, canijo y arcano, pero sufridor como él, con padres y hermanos en la retaguardia y 300.000 compañeros de armas aún sin lápida ni honras fúnebres.
Trang Cong Man es un general retirado, periodista en aquella escabechina, que morirá antes de que su gobierno haya podido librar los fondos necesarios para levantar en Ho Chi Minh o Hanoi una réplica del panteón de granito fino y letras de relieve que recuerda en Washington la identidad de 58.183 marines muertos. En Vietnam esa capilla urbana deberá incluir casi dos millones de nombres. Poco antes de que Estados Unidos se declarase satisfecho con la colaboración prestada en la búsqueda de sus hombres, Trang Cong recordaba que los 300.000 desaparecidos vietnamitas no incluyen "las bajas del régimen de Saigón, ni los civiles".
Vietnam, embargado comercialmenmte, sin acceso a los fondos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, tuvo que retrasar su propio recuento funerario y ceder a la imposición de la Casa Blanca: levantamiento del embargo a cambio de información fiable sobre los marines. Las sucesivas delegaciones de militares y civiles enviadas por Washington apenas si descubrieron en los últimos años datos que no hubieran sido suministrados antes por Hanoi en 25.000 documentos.
Pero aunque esta cooperación fue agradecida y tenida en cuenta, otro factor parece haber influido decisivamente en el levantamiento del castigo, El acelerón inversor de taiwaneses, japoneses, franceses o australianos en un mercado donde todo está por hacer acabó por doblegar las resistencias del imperio que el 8 de junio de 1965 desembarcó en Da Nag su Primera División de Infanteria.
Los vietnamitas parecen haber olvidado antes, quizá porque una renta per capita inferior a las 25.000 pesetas anuales ocupa la memoria en otras preocupaciones. Y Vietnan no parece guardar un gran rencor al país que ahora regresa, a la superpotencia que es Estados Unidos.
"Sincero agradecimiento"
La diferencia horaria hizo que únicamente los vietnamitas más madrugadores y avisados, muy pocos, pudieran escuchar a través de emisoras de radio de onda corta el anuncio efectuado por el presidente norteamericano, Bill Clinton. Las bandas rojas que ayer engalanaban las calles de Hanoi no festejaban las nuevas relaciones con el antiguo enemigo sino el 64 aniversario del Partido Comunista de Vietnam.El Ministerio, de Asuntos Exteriores distribuyó un comunicado en el que promete seguir colaborando en la búsqueda de los marines norteamericanos desaparecidos en combate en cualquier lugar de la geografía nacional, y expresa su "sincero agradecimiento" a todos aquellos que en EE UU y en otros países han contribuido al levantamiento del embargo.
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