Rusia tendrá tres bases militares en Georgia

El presidente ruso, Borís Yeltsin, firmó ayer en Tbilisi un polémico tratado de paz con Georgia que incluye la instalación en la República caucásica de tres bases militares rusas, y que puede provocarle en Moscú un enfrentamiento con el Parlamento. Pero no sólo en Moscú hay resistencia al documento, sino también en Tbilisi. Gueorgui Karkarashvili, el titular de Defensa, dimitió el día antes de la llegada de Yeltsin, y varios partidos georgianos han repudiado públicamente el tratado. El éxito de la visita relámpago se vio además ensombrecido por un atentado contra el viceministro Nika Kekelidze, que murió. El propio Karkarashvili resultó "conmocionado" al estallar una bomba trampa cuando visitaba el domicilio de su número dos.

El miércoles por la noche, el presidente de la Duma, Iván Ribkin, y los jefes de todas las fracciones parlamentarias -incluido Yegor Gaidar, ex viceprimer ministro y líder del bloque reformista Opción de Rusia- enviaron una nota a Yeltsin en la que expresaban su preocupación por la firma del tratado.En su opinión, la inclusión de puntos que prevén la firma en el futuro de acuerdos que contribuyan "a crear las Fuerzas Armadas de Georgia, a abastecerlas y a comprar armamento y técnica militar" puede "desestabilizar la situación en el Cáucaso y constituir un obstáculo a la ratificación del citado tratado en la Duma".

Los diputados rusos temen que el régimen Tbilisi utilice en el futuro su Ejército para aplastar a las repúblicas de Abjazia y Osetia del Sur, apoyadas por los pueblos del Cáucaso del Norte que habitan en Rusia.

Compromiso

El líder ruso no anuló su viaje, como muchos en su mismo entorno le aconsejaban, pero sí se mostró dispuesto al compromiso. Antes de volar a Tbilisi, Yeltsin dijo que no presentaría el tratado a la ratificación dé la Duma hasta que el conflicto de Georgia con las citadas repúblicas no se haya resuelto.

A cambio de la ayuda rusa en la formación de un Ejército georgiano moderno, Moscú tendrá tres bases militares en el territorio de Georgia, que pueden ser creadas este año, según el ministro de Defensa ruso, Pável Grachov, y se ubicarán en Vaziani (en los alrededores de Tbilisi), Ajalkalaki (en el sur de Georgia, no lejos de las fronteras turca y armenia) y en el puerto de Batumi, capital de la república autónoma de Adzharia. Este tema es una de las causas de la dimisión del ministro Karkarashvili, opinan observadores locales. Pero no hay que descartar otros motivos: la enemistad y competencia con el Ministerio de Seguridad y la incapacidad para formar un ejército monolítico. En Georgia no existen hoy unas Fuerzas Armadas normales, sino tan sólo diversos grupos armados al mando de diferentes caudillos.

La muerte en un atentado del viceministro de Defensa, Nika Kekelidze, también se asocia en Tbilisi con la resistencia de los nacionalistas georgianos a la firma del tratado con Rusia. Kekelidze murió al estallar una bomba en su apartamento. En el atentado pereció también un amigo del viceministro y resultó herida su esposa. Posteriormente, el propio Karkarashvili resultó herido cuando estalló una bomba-trampa mientras visitaba el domicilio de su subordinado.

En vísperas de la visita de Yeltsin se hablaba de un mayor número de bases rusas en Georgia, pero hay que tomar en consideración que las mencionadas se hallan exclusivamente en territorio controlado por Tbilisi. Rusia también tiene soldados en Abjazia -allí podría haber dos bases militares más-, que oficialmente es parte de Georgia, aunque de hecho ha logrado su independencia por las armas.

La afirmación de Yeltsin de que no presentará el tratado a la ratificación de la Duma quizá pueda evitar el enfrentamiento. Grachov también ha tratado de tranquilizar tanto a los diputados como a las autoridades abjazas y osetias.

"El futuro de la colaboración político-militar dependerá de la estabilización política en la república, de la solución de los problemas de Abjazia y Osetia del Sur y de la disposición de Georgia a actuar en los marcos del Tratado de Seguridad. Colectiva", señaló Grachov en el encuentro que mantuvo con los soldados del 405 Regimiento de Infantería Motorizada, emplazado en Vaziani.