Solana reafirma en su visita a Bosnia el compromiso humanitario de España

ENVIADO ESPECIALEl ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, reafirmó ayer en Bosnia el compromiso de España con la misión humanitaria de las Naciones Unidas en la antigua Yugoslavia. Frente a las cada vez más frecuentes críticas por el escaso éxito de los cascos azules y a la tentación de abandonar a los pueblos de la región a su suerte, Solana defendió la continuidad de la operación. "Sin duda alguna, vale la pena", afirmó; "lo creía antes de venir, y me he ratificado en esa idea tras hablar con los mandos militares, que lo creen también".

Aunque Solana reiteró que, cuando termine el invierno, habrá que replantearse qué hacer "si aquéllos a los que se quiere ayudar no se dejan", la posibilidad de una retirada completa parece muy remota. Según un alto responsable militar, sólo una fuerte presión de la opinión pública occidental podría hacer que los países con tropas en la zona las retiraran. La única ayuda que llega a la población es la que protegen los cascos azules, en opinión de un diplomático, que cree "impensable" que la ONU se lave las manos en esta guerra.Entre los soldados españoles desplegados en Bosnia hay opiniones contrapuestas. Algunos, como un oficial destinado en el Estado Mayor de Naciones Unidas, piensan: "Nuestra presencia aquí sólo sirve para prolongar la agonía. Si nos fuéramos, el conflicto se recrudecería, pero acabaría antes.". Otros, como un teniente de la brigada paracaidista, consideran: "Es muy duro decir que uno se va y que eso supondrá miles de muertes".

Además de informarse sobre el terreno de la situación bélica, Solana intentó llevar ánimo a los cascos azules para una misión que se prevé larga y penosa. El ministro elogió su "enorme entrega y generosidad, de la que el pueblo español puede sentirse orgulloso", pero no les ocultó que, "desgraciadamente, esta terrible guerra va a continuar". "Si les dijera que soy optimista", concretó, "faltaría a la verdad".

Solana visitó el cuartel general del batallón español en Medugorje y el destacamento de Dracevo, donde depositó una corona de flores ante el monumento que recuerda a los once españoles muertos. Antes de irse a pernoctar, mantuvo un encuentro con algunos de los 20 objetores de conciencia que han empezado a cumplir su prestación sustitutoria del servicio militar en la zona.

El ministro viajará esta mañana a Zagreb para reunirse con el primer ministro croata, Mikica Valentic, y el representante del secretario general de la ONU Butros Butros-Gali, para la antigua Yugoslavia, el japonés Yasushi Akashi. Durante el encuentro con el primero se abordará probablemente la implicación de tropas regulares, croatas en el conflicto de Bosnia, confirmada por las fuerzas de la ONU, aunque no en las dimensiones que denuncia el Gobierno de Sarajevo. Su conversación con el segundo, en quien Butros-Gali ha delegado la capacidad para decidir ataques aéreos, le servirá para conocer sus intenciones y poder informar a sus homólogos comunitarios, con quienes se verá el próximo lunes.