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La libre circulación de personas entre 7 países de la Unión Europea sólo será aplicada a partir de 1995

Lluís Bassets

Las fronteras interiores europeas no podrán ser eliminadas hasta enero de 1995, según aseguró ayer una fuente de la sociedad informática Bull, que confirmó la existencia de un serio malestar por la actitud negativa del Gobierno francés ante la convención de Schengen. Hoy debían desaparecer las fronteras interiores entre siete países de la UE (España, Portugal, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo), pero el llamado Grupo de Schengen que prepara los detalles técnicos y jurídicos de la operación la ha aplazado por cuarta vez, en esta ocasión sin nuevos plazos y con escasas explicaciones. El único argumento es la existencia de problemas técnicos en el sistema informático.

ECAS (Euro-Citizen Action Service), un grupo de presión ciudadano que milita por la supresión de fronteras, llamó ayer mismo a los ciudadanos europeos a no entregar el pasaporte en la frontera interior más que en caso de ser requeridos por la autoridad. "No es un caso de desobediencia civil por parte de los ciudadanos, sino de desobediencia gubernamental por parte de los gobiernos que no aplican los tratados ni cumplen con sus compromisos", aseguró uno de los dirigentes de ECAS. ECAS ha abierto un teléfono en Bruselas (322/534 52 75) para recibir las reclamaciones de los ciudadanos que no vean reconocidos sus derechos de libre circulación dentro de Europa.El SIS (Sistema Informático Schengen) no será operativo hasta junio, pero será casi imposible que funcione a pleno rendimiento y sirva para eliminar las fronteras antes del 1 de enero de 1995, según aseguró ayer un portavoz de Bull, sociedad francesa que participa, con la alemana Siemens, en la puesta en marcha de la red de ordenadores encargados de asegurar la circulación de datos entre los Estados que participarán en la eliminación de fronteras.

Las empresas de informática están profundamente molestas con los argumentos que hablan de fallos técnicos para explicar el retraso de la desaparición de fronteras y lo atribuyen exclusivamente a "falta de voluntad política, principalmente por parte de Francia". Hoy, 1 de febrero vencía el último de los plazos que se habían dado los miembros de Schengen, pero a principios de enero ya se supo que el SIS no estaba listo.

Alemania, el país que preside hasta junio el Grupo de Schengen, deseaba abrir las fronteras antes del 12 de junio, fecha de las elecciones para el Parlamento Europeo, con el objetivo de ofrecer un mensaje positivo a los ciudadanos y animarles a la participación. Los informáticos consideran que en junio pueden funcionar las conexiones, pero faltará introducir los datos policiales de cada uno de los socios, y esta tarea puede llevar, como mínimo, dos meses de trabajo. Fuentes alemanas temen que Francia pueda escudarse de nuevo en el funcionamiento parcial del SIS para no permitir la apertura de fronteras.

La presidencia francesa, en el segundo semestre de 1993, ha sido decisiva para obstaculizar la desaparición de fronteras, según han confirmado a este periódico numerosas fuentes consultadas. La actitud reticente del ministro del Interior, el neogaullista Charles Pasqua, ha sido determinante y ha anulado todos los esfuerzos realizados por el ministro de Asuntos Europeos, Alain Lamassoure.

La Comisión Europea está preparando una serie de iniciativas para presionar a los Estados miembros en la aplicación de la libertad de circulación de personas.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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