Kohl cree que la salida de la crisis exige un gran cambio estructural en la economía mundial

ENVIADA ESPECIAL, El canciller alemán Helmut Kohl hizo un llamamiento ayer la los más de 600 líderes políticos y empresariales que asisten a la convención anual del World Economic Forum, en la localidad suiza de Davos, para que asuman con valentía el cambio estructural que debe atravesar la economía mundial. El desempleo y la división del trabajo, las economías emergentes de Asia y Latinoamérica, las dificultades de los países del Este y la parálisis del proceso de unión europea son los grandes retos a los que se enfrenta el mundo y, de forma especial, Europa.

En la conferencia de apertura de esta convención, el canciller Kohl habló sobre el dolor y el esfuerzo que exigirá la revisión y la "reorientación" de las economías. "Sólo sobreviviremos en un entorno de competitividad internacional si abandonamos los modelos ya desgastados y nos planteamos nuevas vías con audacia".Kohl también ofreció su apoyo a los reformadores rusos y pidió que Rusia pueda entrar en el Grupo de los Siete países más industrializados (G-7). EL canciller alemán insistió en la necesidad de que Europa actúe conjuntamente para combatir con eficacia el paro. Para' ello, hay que avanzar en la integración económica y política de la Unión Europea que, de momento, admitió se mueve a paso de tortuga".

La necesidad de buscar nuevas formas de relaciones económicas, laborales y sociales impregnan el contenido de las reuniones de Davos este año. Como el presidente del World Economic Forum, Klaus Schwab, definió ayer, "la reunión consistirá en una giganteca brainstorming (tormenta de ideas) entre líderes políticos, empresariales, científicos y culturales para revisar los principios básicos de la economía mundial". La presencia de este numeroso plantel de autoridades es evidente desde que se aterriza en el aeropuerto de Zúrich, en dónde hay aparcados más de cien jets privados.

El ministro español de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, asistirá por primera vez a este foro para debatir con el presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, y el gobernador del Banco de Francia, Jean Claude Trichet, sobre el papel que debe jugar el Instituto Monetario Europeo en el proceso de integración comunitario.

Pero la discusiones cubren un espectro más amplio que la actualidad económica mundial. Uno de los encuentros más esperados es el de Yassir Arafat, líder de la Organización para la Liberalización de Palestina (OLP), y Simon Peres, ministro israelí de Asuntos Exteriores. El caos económico en Rusia y su delicada situación política serán debatidos por el primer, ministro ruso, Victor Chernomyrdin y el economista parlamentario y líder del bloque Yabloco, Grigory Yavlinsky.

En un ambiente relajado, los altos ejecutivos, los líderes políticos y los expertos universitarios se mezclaban e intercambiaban impresiones antes de iniciar las conferencias que, no se olvide, exigen a sus socios -cuyo número sobrepasa ya los 900- una cuota de 13.000 dólares (casi dos millones de pesetas) al año y 6.500 dólares adicionales si quieren mandar a algún miembro de su organización a la convención anual.