Decir no
Quisiera poder decir algunas palabras en torno a la expresión no, a la palabra no. No, el concepto no, ideológico y de pensamiento, no es la expresión de la negación por antonomasia, sino que es la afirmación de la propia voluntad individual, del propio pensamiento y de la personalidad propia. No, como expresión oral, es la pura rebeldía y, evidentemente, la expresión más revolucionaria.Sin embargo, se nos dice desde las mismas instituciones, desde los poderes llamados fácticos y desde sectores de indudable influencia moral y social, que la negación, el poder decir no, no es más que una vulgar expresión y un signo de evidente mal gusto y mala educación. Claro es también que el decir sí a todo nos convierte en dóciles corderitos a los que, antes o después, nos conducirán en rebaños (bien organizados) hasta las mismas puertas de los mataderos.
Digamos no alguna vez cuando menos; ello es el mejor signo de buena salud mental.
Dicho queda-