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Jordi Savall recupera la versión original de la sinfonía de Arriaga

Tras estrenar la obra en París, repetirá el concierto en Bilbao, Madrid y Barcelona

La versión original de la Sinfonía a grande orquesta (Sinfonía en re), de Juan Crisóstomo de Arriaga, tuvo su primera audición ayer, 21 de enero, en el teatro de los Campos Elíseos de París, con El Concierto de las Naciones, orquesta de instrumentos de época de La Capella Reial de Catalunya, dirigida por Jordi Savall. El trabajo de revisión de la partitura ha sido llevado a cabo por José Antonio Gómez Rodríguez, musicólogo de la Universidad de Oviedo.

Tras el estreno parisiense, esta Sinfonía a grande orquesta (Sinfonía en re) se interpreta hoy en el teatro Arriaga de Bilbao, mañana en el Auditorio Nacional de Madrid y el próximo lunes en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona.Más de un centenar de compases especialmente de los movimientos primero y tercero, y numerosos detalles de puntualización han sido incorporados en la revisión musicológica de José Antonio Gómez. Con ella, el profesor asturiano continúa su larga dedicación a desentrañar con fidelidad la obra completa de Juan Crisóstomo de Arriaga, magno proyecto del que se había podido comprobar anteriormente, la seriedad y rigor con la edición crítica de las escenas lírico-dramáticas Erminia y Agar et Ismaël, que sirvieron de base para unas representaciones escénicas con que el teatro Arriaga de Bilbao celebró su centenario en 1990.

José Antonio Gómez ha publicado asimismo un riguroso estudio sobre el conjunto de piezas que se conservan de Arriaga para voces con acompañamiento de orquesta, es decir, Edipo (aria de Policinio), Ma tante aurora, para tenor y bajo (conocida a veces por Al'Aurora), Medea y las ya citadas Erminia y Agar et Ismaël.

Juan Crisóstomo de Arriaga y Balzola nació en Bilbao el 27 de enero de 1806 (curiosamente, el mismo día que Mozart, pero 50 años después) y murió en París 10 días antes de cumplir los 20 años. En tan corto espacio de tiempo dio tantas muestras de talento y creatividad, que su figura ha sido llorada como la gran oportunidad perdida para el desarrollo musical de un romanticismo español de corte europeo.

A los 13 años, Arriaga ya había compuesto una ópera, Los esclavos felices, de la que únicamente se conserva en la actual la pastoral obertura de estilo italiano. Del resto no se tienen noticias, aunque tampoco se pierde definitivamente la esperanza de que algún día aparezca en cualquier rincón.

El llamado "Mozart vasco" o "Mozart español" se sintió próximo al espíritu de Haydn y Mozart. En su obra, no obstante, hay destellos también de Beethoven, Cherubini, Rossini y hasta de Schubert. Durante los últimos años de su vida se trasladó a París para perfeccionar los estudios musicales y allí compuso sus célebres cuartetos en re menor, la mayor y mi bemol mayor, probablemente la cumbre de la música de cámara española de todo el siglo XIX.

Una inoportuna y desgraciada tuberculosis contraída durante su estancia en la capital francesa, truncó de raíz la brillante carrera artística del compositor bilbaíno.

La gira de presentación de la versión original de la Sinfonía en re ha contado, entre otras instituciones, con el apoyo del Museo del Louvre y del Instituto Cervantes de París, el Ministerio de Cultura español, la Comunidad de Madrid, la Generalitat de Cataluña y la Diputación Foral de Vizcaya.

Con su acercamiento a esta obra, Jordi Savall (Igualada, 1941) continúa así su dedicación a la recuperación de autores no excesivamente divulgados y a la revisión y difusión de la música creada en España. De hecho, tiene intención de grabar un disco con la sinfonía de Arriaga, utilizando las mejores tomas sonoras obtenidas en vivo de los cuatro conciertos de París, Bilbao, Barcelona y Madrid.

No modernizados

Savall cuenta para esta grabación en directo con El Concierto de las Naciones, una orquesta creada en 1989 con el patrocinio honorífico de la Comisión de las Comunidades Europeas y cuyo repertorio musical está especialmente volcado a la música compuesta entre los años 1600 y 1850. Sus instrumentos son "no modernizados", conservando ángulos de tensión original y manteniendo los materiales más cercanos a los años en que se compuso la música que interpretan: flauta y oboes de madera, cuerdas de tripa, etcétera.Además de la sinfonía de Arriaga, Jordi Savall y su grupo interpretarán en los conciertos de este fin de semana la obertura de Los esclavos felices, también obra de Arriaga, y la Tercera sinfonía, de Beethoven. Obvio es decir que, tanto desde el punto de vista musicológico como interpretativo, estos conciertos se salen de la rutina habitual y cobran una importancia singular en el panorama de la música clásica española.

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