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La Embajada de España en Argel decide mudarse por razones de seguridad

La Embajada de España en Argel ha decidido mudarse de sede por razones de seguridad. La decisión, que cuenta con el beneplácito del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, forma parte de un paquete de medidas adoptadas por la representación diplomática española en un intento de reducir al mínimo los riesgos de su personal. Mientras tanto, todos los consulados de la Unión Europea (UE) en Argelia se declararon ayer en huelga en señal de duelo por el asesinato de una súbdita francesa. Era la víctima número 25 de la violencia fundamentalista islámica.El antiguo palacete de la calle Ali Azil, sede de la Embajada española en Argel, cerrará sus puertas. La representación diplomática se trasladará provisionalmente a dos chalés, contiguos, situados a caballo de dos barrios residenciales de la capital argelina. La decisión ha sido tomada de acuerdo con las indicaciones recibidas por el embajador español, Javier Conde, que trata por todos los medios de reducir al mínimo los riesgos de la colonia española, incluidos todos los funcionarios.

La sede de Ali Azil, rodeada de un pequeño jardín y situada junto a la iglesia católica española, convertida en centro cultural Cervantes, es un edificio singular, algo ajado por los años, que se levanta en medio de uno de los barrios más populares y conflictivos del centro de la capital, conocido durante la época colonial con el nombre del barrio del General Clauzelle.

Los vecinos de la representación diplomática han sido tan dispares y contradictorÍos como el arzobispado de Argel, la plana mayor del Frente Islámico de Salvación (FIS), los dirigentes clandestinos en el interior del Movimiento por la Democracia en Argelia (MDA), que dirige Ahmed Ben Bella, o los fieles fundamentalistas que cada viernes acuden en masa a rezar en la antigua iglesia de San Carlos, convertida hoy en mezquita y cuyos sótanos albergaron la primera célula clandestina del FIS.

La decisión de cerrar la sede y de mudarse a otro lugar más adecuado y tranquilo había sido planteada hace bastante tiempo, no sólo por motivos de seguridad sino también por falta de espacio suficiente como para alojar dignamente a la representación española.

La alternativa era la construcción de una nueva Embajada en unos terrenos colindantes a la delegación francesa, pero antes de que pudiera llevarse a término en orden y concierto esta complicada operación inmobiliaria, España ha decidido cerrar de forma inminente el viejo palacio.

Refugio seguro

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Como prólogo a esta mudanza, las oficinas comerciales de España en Argel se han trasladado desde hace cerca de un mes a dos habitaciones de un prestigioso y céntrico hotel de la capital. Los dormitorios se han convertido así en el refugio seguro de una representación comercial que intenta por todos los medios mantener a flote las relaciones bilaterales.La antigua oficina comercial estaba situada en el mismo barrio que el de la Embajada, en un inmueble de despachos y vecinos, en cuyos. bajos se encontraban las oficinas de Iberia, asaltadas e incendiadas por un grupo de fundamentalistas hace tres años.

España no es un caso aislado, ya que otras delegaciones diplomáticas y comerciales, situadas en los alrededores, han ido cerrando también sus puertas de manera paulatina en los últimos meses, buscando sus sedes en otros barrios de la capital menos populares y de acceso poco complicado.

Ayer, en plena psicosis de inseguridad, todos los consulados comunitarios de Argelia cerraron sus puertas en señal de duelo por el asesinato de una súbdita francesa, tiroteada el pasado sábado cuando se dirigía a su casa. El cierre temporal de los consulados comunitarios es una medida sin precedentes en la historia de la diplomacia europea, según se aseguró ayer en medios políticos argelinos.

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