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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Polke, el evasivo excéntrico

Victoria Combalia

"Estaba delante de la tela dispuesto a pintar un ramo de rosas. Entonces recibí la orden de los seres superiores: nada de ramo, flamencos rosas"."Lo crean o no, veo el mundo que me rodea bajo la forma de puntos. Los amo a todos. Me he casado con muchos de ellos. Espero hacerlos felices. Los puntos son mis hermanos. Yo también soy uno de ellos". Quien pronuncia estas frases es Sigmar Polke, artista nacido en Silesia en 1941. El lector, incluso la que escribe, no podrá dejar de preguntarse si tales afirmaciones son las propias de un orate, de un perturbado o de un auténtico visionario.

Calificado de evasivo excéntrico y de poseer el carácter "hermético y mercurial del alquirnista", basta leer el catálogo de su retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de la Ville de Paris (1988) o el número monográfico dedicado a él por la revista Parkett, para ver como sus exégetas dan vueltas alrededor de Sigmar Polke intentando aprehender el sentido final de su obra.

Sigmar Polke

Fundació Espai Poble Nou. Pasaje Saladrigas, 5-9, Barcelona. Hasta finales de marzo.

Pero ninguno de ellos habla de las obras en sí mismas, desconcertados como están por una propuesta que se concretó, en 1961, en la afirmación de que "el arte es una ignominia". En consecuencia, Polke inició entonces una revuelta irónica contra el estilo, muy a la manera picabiana, representando temas vulgares y escenas grotescas, con una deliberada torpeza manual.

Estudiante en la Academia de Düsserldorf, en la que Beuys prohibió a los alumnos practicar la pintura, su gesto ha de entenderse también como una rebeldía contra el dictado del maestro. En los ochenta, Polke pintó con todo tipo de materiales físicos y químicos (óxido de cobre, malaquita, minio, azurita, cinabrio) y experimentó con el efecto que los cambios lumínicos y ambientales (humedad y calor) producían en sus pinturas: sus obras ya no eran esencialmente pinturas, sino, por decirlo de algún modo, naturaleza, organismos vivos en perpetua transformación. Hay quien ha visto esta idea como una versión distinta del escape a la naturaleza del propio Beuys, o como un rasgo típico de la tradición germánica. En todo caso, contra la idea de la perennidad o la estabilidad de la Pintura, Polke proponía transmutación, alteración, metarnorfósis.

Anverso y reverso

A finales de la década inició una técnica consistente en pintar sobre telas de serigrafía embebidas en cera, y que pueden ser contempladas por el anverso y el reverso. En el primer piso del Espai Poble Nou vemos una suerte de biombos tratados de esta forma y que representan escenas semejantes a las de un cuento: gnomos, simios, un viajero, un meteorito que estalla en pedazos, un mapa de España..., o bien manchas abstractas. Parece, pues, una parodia del lenguaje tanto del comic como de los cuentos de Grimm, por un lado, y del informalismo, por otro. Así creemos que hay que tomárselo, puesto que, desde un punto de vista de imágenes, no tienen por sí mismas mayor interés.En estas obras, además de un gran virtuosismo, aparece el concepto de las transparencias, una idea que aúna la cuarta dimensión del Gran Vidrio de Duchamp y las pinturas de superposiciones de Picabia.

Uno de sus comentaristas a propósito, trajo a colación un proverbio chino que dice que una superposición no dura jamás eternamente y que lo que está por debajo no se mantiene eternamente por debajo. Ésta es una de las bellas interpretaciones aportadas por los críticos, una interpretación que es, cuando menos, inteligible. Porque a falta de catálogo, el envío de prensa de esta exposición proporciona frases como la que sigue: "La máxima segmentación de los instrumentos expresivos convive con su reunión integradora ( ... ). Las composiciones son de complejidad oscilante y en ellas, la diferencia entre colisiones y colusiones de elementos plásticos o visuales es inverificable". Vivir para oír, y nos preguntamos cuál es el sentido de traer a Barcelona a un pintor tan críptico como Sigmun Polke sin una mínima explicación coherente de su trayectoria y de la obra que presenta.

Patrocinio

La exposición de Sigmar Polke en la Fundación Espai Poblenou ha sido realizada con la colaboración del Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña, el Área de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, los institutos Goethe de Barcelona y de Cooperación Internacional de Stuttgart, además de las líneas aéreas Lufthansa.

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