_
_
_
_

Fiesta de cumpleaños para Dagoll Dagom

El grupo teatral celebra su 20º aniversario

Jacinto Antón

Veinte años de Dagoll Dagom. El arlequín trazó dos saltos elásticos, ingrávidos, encaramado en a inolvidable música de Jaume Sisa. Abrió las manos, y los guantes, con minúsculos espejos, lanzaron una miríada de destellos. Desde su butaca en la platea, Montse Guallar (actualmente una de las presentadoras más populares de la televisión catalana) recordó cuando, hace 16 años, ella era ese mismo arlequín de Antaviana. Por un instante regresaron aquellas noches mágicas de verano, noches de luna y blusa blanca, y aquella jovencita entusiasta que enmarcaba su vida entre Anna Christie y la Comedia del Arte.No hubo anteanoche, en el teatro Victòria de Barcelona, uien se pudiera sustraer a lamagia del recuerdo. Dagoll Dagom celebraba su 20º cumpleaños, y la función de su más reciente espectáculo, Historietes, un montaje con momentos relevantes de sus obras más representativas, era una invitación demasiado grande a activar la memoria y practicar el sano ejercicio de la nostalgia. Cayó el confeti de la verbena de Sant Joan, los personajes de la escuela franquista recitaron su divertida letanía, el verdugo del Mikado arrastró su pesada hacha, lloró a cristiana prisionera de los piratas moriscos y Rosa cantó la canción de Flor de nit.

Más información
Qué mal lo hacían y qué buenos eran

"Tenemos una droga: la libertad, y otra que son ustedes, el público". El director Joan Lluís Bozzo sintetizó así, desde el esceario, acabada la función, la diatada carrera de Dagoll Dagom, una de las compañías emblemáticas del teatro catalán y muyquerida en toda España. Dagoll Dagom, el grupo de No hablaré en clase, Antaviana, Nit de Sant Joan, Glups!, El Mikado, Mar i cel... Veinte años ya, contados a partir de la fecha en que un puñado de jóvenes estrenó en Barcelona un montaje "universitario, resistencialista y miserable" sobre poemas de Alberti: Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos.

Historietes, que llega a Barcelona tras haber conseguido casi 100.000 espectadores en gira por distintos puntos de España (se representará en Madrid en mayo), es ideal para el aniversario: arranca con los personajes más populares de Dagoll Dagom escapando del armario de utillería para volver a vivir, una vez más, en escena.

Emoción

La noche del aniversario congregó en el Victòria a numerosos representantes de la vida política y cultural catalana, desde el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, a los miembros de El Tricicle, pasando por Joan Manuel Serrat, que fue cariñosamente aplaudido al entrar en la sala. Fue una noche completa. Hubo risas, felicitaciones, regalos -la compañía invitaba a la celebración a todos los que llevaran uno; al final se alzaba una verdadera montaña de paquetes en el vestíbulo del teatro- y el preceptivo pastel con velitas. Y hubo momentos emocionantes: como cuando Bozzo, Anna Rosa Cisquella y Miquel Periel (los directores del grupo), desde el escenario, al final de la representación de Historietes, se dirigieron al patio de butacas y pidieron que se pusieran en pie todos los que habían trabajado alguna vez con Dagoll Dagom; en un tímido goteo, émulos de los colegiales de El club de los poetas muertos, los colaboradores (actores, autores, técnicos) se fueron poniendo en pie entre una gran ovación.Por supuesto, en su intervención -larga intervención: fue en realidad casi otro espectáculo, con música, canciones, bailes-, Bozzo, Cisquella y Periel se mostraron también sumamente irónicos y hasta ácidos (no son gente que se muerda la lengua). Lanzaron pullas (sin concretar: al fin y al cabo era una fiesta) contra la crítica y los políticos; y contra ese público "que se queda en casa". Deploraron la falta de premios: "Gracias por todos los que no hemos recibido en estos 20 años", dijo Bozzo, "nos mantiene la ilusión". "Esperamos que ahora que somos mayores nos los darán todos: la Creu de Sant Jordi, el Premio Nacional de Teatro", añadió.

El director, con su característico tono, estuvo verdaderamente gracioso en varios momentos, y la gente rió con ganas sus discursos. "Qué, ¿les ha gustado?; pasa fácil, ¿eh?, es muy variado... Veinte años nos ha costado hacerlo", dijo de Historietes. Bozzo se permitió incluso cantar, cosa que, advirtió, nunca había hecho sobre un escenario.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_