Obispos y políticos brítanicos debaten la edad para permitir las relaciones, homosexuales

Los responsables de la Iglesia anglicana no han logrado todavía adoptar una postura común sobre el límite de edad en el que la legislación británica deberá permitir las relaciones íntimas entre parejas de homosexuales.Según la legislación vigente en el Reino Unido, los hombres deben esperar hasta los 21 años para comenzar una relación libre con un amante de su mismo sexo. Por el contrario, las relaciones heterosexuales o los contactos íntimos entre mujeres lesbianas están permitidas por la ley una vez cumplidos los 16 años de edad.

Esta discordancia entre ambos grupos podrá alterarse a finales de mes cuando se presente en el Parlamento de Westminster una enmienda a un apartado de la Ley de Justicia Criminal, redactado originalmente en 1885. El Gobierno conservador permitirá un voto libre sobre tres diferentes propuestas: igualar el límite de edad con el resto de las relaciones sexuales, reducirlo a los 18 años o mantenerlo en los 21 años.

Al igual que los obispos anglicanos, los parlamentarios británicos no coinciden en sus criterios sobre la edad en la que un homosexual puede iniciar una relación sexual sin temor a ser castigado por la ley. Para los más tradicionalistas, el límite de 21 años ofrece una garantía frente a supuestos abusos sexuales contra aquellos jóvenes que todavía no han decidido su orientación sexual.

Sin embargo, los 18 años parece ser el límite de edad más defendido por los miembros de los tres partidos políticos más representados en Westminster. Se trata de una propuesta que tiende al compromiso, pero que difícilmente podrá satisfacer los objetivos de los grupos de homosexuales británicos que buscan la igualdad ante la ley con respecto al resto de la sociedad.

La Iglesia Anglicana aceptó en 1991 las relaciones homosexuales permanentes entre laicos; sin embargo, las considera inaceptables entre miembros del clero. La mayoría de la sociedad británica, según una encuesta realizada el pasado noviembre, tiende a aceptar la edad de 21 años como adecuada para el consentimiento legal.

Sólo el 12% de los encuestados se mostró partidario de reducirla a los 16 años.