Lo más barato todavía

El fenómeno de los libros muy baratos empezó en Italia y continuó a Francia. A España llegó en noviembre de 1993 de la mano de Alianza Editorial, con su colección Alianza Cien. Se trata de lanzamientos mensuales de ocho títulos, cuyo precio es de cien pesetas cada uno.La principal novedad con respecto a otras iniciativas consiste en que sólo se distribuyen en librerías. Dos meses después de su aparición es pronto para analizar el alcance del fenómeno -una de las ideas era devolver los libros a las librerías frente a la presión del quiosco-; aunque las ventas del primer lanzamiento han sido de 240.000 ejemplares de media (no hay detalles de cada título). Del segundo lanzamiento, que salió en diciembre, ya se han vendido 180.000 ejemplares de media.

"Se ha puesto al alcance del público menos lector una propuesta que, por su aspecto formal, le ofrece credibilidad. Este tipo de iniciativas obligarán a forzar cambios de actitudes en el segmento del mercado del libro inferior a las mil pesetas", asegura Rafael Martínez Alés, director editorial de Alianza.

Poco después del nacimiento de Alianza Cien apareció otro proyecto similar, la colección Veinte Duros, con una recopilación de cuentos inéditos de Antonio Gala y un libro de poesías de San Juan de la Cruz. Los artífices de este proyecto son un grupo de escritores, que han creado una editorial específica para llevarlo a cabo. "Cuando salió Alianza Cien nosotros ya estábamos en ello. Nos dio la sensación de que estábamos en el buen carnino", afirma Leopoldo Alas, uno de los creadores de Veinte Duros. La primera edición, de 80.000 ejemplares se vendió entera; aunque llegaron muy pocos ejemplares a cada punto de venta, ya que esta colección también se distribuyó en quioscos. A partir de ahora, Veinte Duros hará un lanzamiento de cuatro títulos al mes.

Las librerías consultadas han acogido muy bien el proyecto de Alianza Cien. Aunque su margen de beneficios sea pequeño, consideran que es esencial arrastrar al público a las librerías.

"La función del editor es la misma en cualquier proyecto: tiene que ser rentable y la programación y la calidad formal del producto tienen que dar confianza al comprador. Es una regla que vale para cualquier precio", afirma Martínez Alés.