Por encima del GATT
De vez en cuando hay actos solemnes en reivindicación o defensa del idioma español o castellano, o de los idiomas territoriales que se hablan parcialmente en zonas del Estado. Me parece que unos y otros están ignorando la verdadera naturaleza del problema.Veamos una coincidencia. Mientras se discute el acuerdo comercial internacional GATT y los europeos defienden con uñas y dientes la excepción cultural, para salvar el audiovisual, Televisión Española programa -lunes 13 de diciembre, madrugada- la producción española The mad monkey. El comentarista de EL PAÍS Antonio Albert -12 de diciembre, página 57- no oculta su entusiasmo: "Apasionante, magnífica en su versión original subtitulada". Así pues, la versión original de una película española está en inglés. Genial.
Otra vez EL PAÍS. Miércoles 15 de diciembre, página 25. Hay un cuadro, una relación de países. Parecen ordenados alfabéticamente: Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia... ¿y España? ¿No tiene nada que ver este país nuestro en el tema que se expone? Sí estamos, más adelante, entre Portugal y Suecia, esto es, en el puesto que corresponde a Spain. Me detengo, ahora ya con más atención, en el cuadrito. Holanda está entre Luxemburgo y Noruega; elemental: Neederland. Y cierra la lista Reino Unido, que no está en la R sino al final de todo, como corresponde a United Kingdom. Clarísimo y lógico, ¿no?
Dejo a sesudos comentaristas o profesores el extraer alguna consecuencia, si es que la hay, de lo que yo, humilde y simple lector, apunto aquí como resultado de una elementalísima observación. Por encima de solemnes declaraciones y de acuerdos oficiales está la realidad, la continua e imparable penetración del inglés -más aún, del inglés americano-, no ya sólo en las costumbres y en el vocabulario habitual, sino hasta para ordenar las palabras.-
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