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"Un gravísimo riesgo para el sistema financiero"

El acta de intervención del Banco de España revela que el grupo ha consumido su capital y reservas

Banesto ha consumido todo su capital y reservas y necesita 503.415 millones para sanearse, más que la suma del capital y las reservas de todo su grupo (412.840 millones). Estos son algunos de los datos contenidos en el acta de intervención de¡ Banco de España basado en el informe de inspección de la autoridad monetaria. El informe, dado a conocer por El Mundo y que se resume en estas páginas, afirma que el banco necesita 66.398 millones sólo para cubrir el fondo de pensión de sus empleados. El acta asegura que la situación de Banesto era un "gravísimo riesgo" para el sistema financiero español".

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El acta del Banco de España considera que en el capítulo de créditos era necesario clasificar como dudosos riesgos conceptuados por el banco como corrientes por un importe de 120.199 millones de pesetas. "Ello implicaba la constatación de un defecto de provisión de insolvencias equivalente a 52.898 millones de pesetas, a los que habrían de añadirse 1.986 millones derivados de los riesgos contraídos con el grupo Oasis", según el acta.Sobre la cartera de valores, el citado documento afirma que se desprende la necesidad de sanear un total de 3.994 millones de pesetas, importe al que ascendía la sobrevaloración de distintas participaciones de Banesto.

El Banco de España también ha descubierto activos ficticios que, a 30 de junio de 1992, ascendían a 6.830 millones de pesetas. Unos activos "no autorizados por la norma trigésima de la circular 4/1991 y que deberían ser saneados dándoles de baja del balance o constituyendo los correspondientes fondos específicos".

Sobre la cuenta de resultados del banco, el acta refleja que los trabajos de inspección permitieron detectar distintas anomalías en la contabilización de determinadas operaciones que exigirían la consecuente corrección a la baja del resultado del ejercicio 1992.

En referencia a los estados consolidados y a la declaración de recursos propios (capital y reservas) el informe puntualiza:

"La declaración de recursos prop¡os efectuada por el grupo Banesto y referida a 30 de junio de 1992 presentaba desjustes derivados de una incorrecta aplicación los coeficientes específicos a determinados riesgos y ciertos errores en el proceso de consolidación, lo que obligaba a disminuir la cifra [de recursos propios] declarada formalmente por la entidad".

La autoridad monetaria señala que a lo largo de los trabajos de inspección los funcionarios del Banco de España encontraron numerosas dificultades para obtener la información necesaria en orden a evaluar el contenido económico de algunas operaciones que afectaban a la situación patrimonial de Banesto y de su grupo. Y añade: "dichas dificultades se habrían traducido en notables retrasos en la entrega de las informaciones requeridas y en el carácter claramente incompleto de las Finalmente suministradas".

"Conviene recordar", aclara el texto, "que en la fecha en la que se formulan las anteriores observaciones, los recursos propios del grupo consolidado, según la información remitida por Banesto a junio de 1992, presentaban un exceso de 11.370 millones de pesetas. No obstante, aplicados a los ajustes evaluados por la Inspección del Banco de España, de acuerdo con las normas contables vigentes, resultaba un déficit de 53.205 millones de pesetas, que representaban un déficit del 10,16% sobre los recursos propios necesarios".

Tras las investigaciones realizadas durante el año 1992 y a la visita de las observaciones formuladas, los representantes de Banesto sometieron a la consideración del Banco de España un plan de actuación con el objetivo de sanear el activo de la entidad, dotar fondos para cubrir contingencias futuras y, en definitiva, reestablecer su solvencia y rentabilidad. El plan, aceptado por el Banco de España el 23 de noviembre de 1992, consistía en los siguientes puntos": "Registrar en su contabilidad, en la medida en que no lo hubieran efectuado ya, los ajustes relativos a la cuenta de resultados del ejercicio 1.992. Corregir los desajustes relativos a los estados consolidados y a la declaración de recursos propios. Elaborar en el futuro los estados consolidados y la declaración de recursos propios de acuerdo con los criterios contenidos en el escrito de observaciones. Efectuar los saneamientos relativos a la calidad de los activos y otras contingencias no cubiertas, de modo que las dotaciones al fondo de insolvencias quedasen realizadas antes del 31 de diciembre de 1994 y las dotaciones al fondo de pensiones en un plazo máximo de ocho años".

Sobre la ampliación de capital que Banesto llevó a cabo antes del verano para reforzar sus fondos propios, el informe dice que el banco aumentó sus recursos por un importe de 94.908 millones de pesetas (40.138 millones de capital y 54.770 de prima de emisión). "No se ha ejecutado, sin embargo, en contra de lo anunciado, el tercer tramo de la operación consistente en la emisión de deuda subordinada convertible en capital de Banesto, por un importe de 400 millones de dólares".

El informe de la máxima autoridad monetaria también expresa que los trabajos de inspección realizados durante el año pasado pusieron de manifiesto de forma progresiva un empeoramiento de la situación patrimonial de la entidad y una capacidad de generación de recursos muy escasa. "Ello", añade el acta, "ha hecho inevitable el fracaso del plan propuesto, de la recomposición imprescindible de los recursos propios y de la cobertura de saneamientos contemplados en dicho programa. Finalmente, Banesto ha tenido que posponer sucesivamente el tercer tramo del proyecto de incremento de los recursos propios" basado en la emisión de deuda subordinada convertible.

Según el Banco de España, la situación actualmente detectada es de tal magnitud que las necesidades de dotaciones y saneamientos ascienden, en conjunto, a 503.415 millones de pesetas, superando los recursos consolidados del grupo (412.840 millones de pesetas a 30-6-93), y habiendo consumido Banesto -sin contabilizar su corporación industrial- su capital y reservas (359.000 millones de pesetas).

Fuerte déficit

Para el Banco de España, "la situación patrimonial de Banesto muestra a 30 de junio de 1993 un importante deterioro relacionado con la existencia de un déficit de fondos especiales y unos activos cifrados, en conjunto, en 341.076 millones de pesetas. No se incluyen en estas cifras las minusvalías estimadas en su participación en Corporación Industrial y Financiera de Banesto ni los déficit de provisiones relacionados con la financiación prestada a clientes y empleados para la adquisición de acciones del banco. Asimismo, esta cifra no incluye los déficit de provisiones que puedan existir en los activos crediticios de importe inferior a 250 millones de pesetas".

Asimimismo, según el informe, la totalidad de los créditos con riesgos superiores a 250 millones de pesetas, que ascienden en conjunto a 815.579 millones de pesetas, ha puesto de manifiesto la necesidad de reclasificar saldos por 339.867 millones como activos dudosos, para los que existe un déficit de provisión de insolvencias de 144.989 millones de pesetas.

El acta de intervención del Banco de España afirma que Banesto ha incumplido el límite de concentración de riesgos con su propio grupo industrial. Este incumplimiento "está fijado en el 40% de los recursos propios" a 30 de junio, según datos del propio Banco Español de Crédito. Los riesgos contraídos por el banco con su grupo económico ascendían "al 64,34% de los recuros propios decalarados por la entidad".

El banco también tiene riesgos con consejeros, directores generales y otros directivos por un importe de 2.013 millones de pesetas, según el banco emisor.

El informe revela que Banesto llegó a proponer al Banco de Es paña utlizar 180.000 millones de sus reservas para para sanear el balance del banco. Afirma que esto "no sería admisible en cuanto no contando con la aprobación de la junta general se estaría sustrayendo a ésta su competencia en la aplicación de recursos, lo que supone una vulneración del sistema de utilización de las reservas previsto en nuestro ordenamiento", argumenta el acta.

Sobre la petición del banco de reforzar sus recursos propios computando los créditos fiscales que había solicitado "en caso que la sociedad registase beneficios los cinco años siguientes", el informe señala que dicha práctica infringiría, asimismo, el principio de imagen fiel anteriormente citado, recogiendo ¡lícitamente unos beneficios no realizados en el ejercicio corriente, y que ante la actual situación de la entidad y su acelerada evolución negativa, "no es razonable que puedan obtenerse en los próximos años por el actual órgano de gestión".

El Banco de España rechaza las excenciones fiscales solicitadas por Banesto "porque implicarían la dispensa de las siguientes normas" de ordenación y disciplina:

-"Límites señalados en el artículo 23.2 del Real Decreto 1343 / 1992 y en la norma undécima de la circular 5 / 1993 del Banco de España, según los cuales los recursos propios básicos de la entidad han de ser superiores a los recursos propios de segunda categoría, estableciendo, asimismo, que las financiaciones subordinadas [deuda perpetua] que excedan el 50% de los primeros no pueden computarse como recursos propios".

-"Cómputo como recursos propios de los beneficios consolidados en el ejercicio, sin reunir los requisitos establecidos en la normativa vigente".

-"No reclasificación en balance como dudodos de 140.000 millones de pesetas de créditos que habrían de calificarse como tales de acuerdo con los dispuesto en la norma undécima de la circular 4 / 1991, del Banco de España".

-"Reparto de divivendo en 1994, previendo la existencia de un déficit de recuros propios que superaría el 20% en contra de los establecido

-"Mantenimiento a diciembre de 1993 de un déficit de recursos propios (117,7%), lo que resulta palmariamente contrario a los dispuesto en el artículo 61.1 de la ley 13/1985".

El informe de la inspección ha detectado que Banesto tiene un importante déficit en los fondos de pensiones para el personal jubilado y en activo. La previsión de cobertura de los compromisos por pensiones causadas y los devengados por pensiones no causadas "ha puesto de manifiesto la existencia de un déficit de los fondos de pensiones constituídos por el banco que asciende a 66.398 millones de pesetas". Los cálculos anteriores fueron realizados con la situación y el censo de empleados a 31 de diciembre de 1992, ya que los inspectores no dispusieron de datos referidos a fechas más actuales.

Tampoco tuvieron acceso los inspectores -prosigue el informe- a los datos que permitieran evaluar los compromisos contraídos en materia de pensiones con los altos cargos del banco, que no estaban incluídos en las relaciones de empleados facilitadas.

El acta recoge así la falta de cobertura adecuada del fondo de pensiones: "Las hipótesis financieras utilizadas en el cálculo de los compromisos por pensiones suponen, para un importante colectivo de empleados una dife-

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"Un gravísimo riesgo para el sistema financiero"

Viene de la página 49rencia entre el tipo técnico y el tipo de crecimiento futuro de los salarios de cuatro puntos porcentuales. La introducción de una mayor dosis de prudencia en los cálculos con un diferencial de dos puntos genera necesidades de fondos adicionales". Y añaden que los empleados en régimen de suspensión de Contratos (prejubilados) tienen un tratamiento en lo! cálculos idéntico al otorgado a los empleados en activo. Las circunstancias concretas de este colectivo exigen que, en el momento del cese de su actividad, "estén financieramente constituídos al menos la totalidad de los fondos por pensiones causadas necesarios desde el momento de su jubilación efectiva".

Sobre la Corporación el informe cita la necesidad de reducciones importantes del valor de sus activos. La participación directa de Banesto en el capital de esta sociedad ascendía, a 30 de junio de 1993, al 79,56% y estaba contabilizada por un valor de 186.734 millones. El análisis de los activos contabilizados en el balance de Corporación pone de manifiesto minusvalías significativas que reducen el patrimonio neto de la sociedad y generan en el banco fuertes necesidades de saneamiento de su participación.

Activos ficticios

El acta aclara los criterios empleados para el cálculo de los saneamientos necesarios para las participaciones que posee la Corporación en sociedades del grupo o asociadas: "se ha efectuado tomando como referencia el valor teórico contable que corresponde a las mismas, corregido en el importe de las plusvalías tácitas existentes en el momento de la adquisición y que subsistieran en el momento de la valoración; también se han tenido en cuenta los activos ficticios, revalorizaciones indebidas y aquéllas otras minusvalías conocidas por la Inspección del Banco de España que minoraban el patrimonio neto de las sociedades. Los valores teóricos han sido obtenidos, en general, de los balances de las sociedades cerrados a 30 de junio de l993."

Como consecuencia de los ajustes de valor de la Corporación de Banesto, el patrimonio neto de la Corporación queda reducido en 104.701 millones de pesetas como consecuencia de las minusvalías en sus participaciones y en otros 13.185 millones de pesetas por las provisiones de insolvencias necesarias para la cobertura de los riesgos concedidos a algunas de sus sociedades filiales en mala situación económica y financiera. Después de estos ajustes, el patrimonio neto de la Corporación asciende a 132.400 millones de pesetas, "lo que produce una minusvalía de 81.397 millones de pesetas en la participación poseída por Banesto."

Por otra parte, la financiación que Banesto dió a clientes y empleados para comprar acciones del banco es otro de los apartados del informe. Esta financiación ascendía, a 30 de junio de 1993, a 58.493 millones de pesetas. Estos créditos gozan de un tipo de interés por debajo del mercado y, aunque formalmente se basan en la garantía personal de sus titulares, podría deducirse la existencia un acuerdo tácito por el que las acciones adquiridas con estos créditos quedan en garantía de la devolución de los créditos lo que podría suponer un incremento de la autocartera [acciones del banco en poder de la propia entidad].

"En vista de la situación descrita, hay que considerar que la caída de la cotización de las acciones del banco, desde los niveles alcanzados en el momento en que concedieron estos créditos, ocasiona una importante reducción de la garantía subyacente y produce unas necesidades de dotación a fondos de provisión para insolvencias de 28.333 millones de pesetas", añade el informe".

Teniendo en cuenta que no existe ninguna razón objetiva que justifique un tratamiento diferenciado de estos créditos para su clasificación como activos dudosos y para el cálculo de las consiguientes provisiones, "el Banco Español de Crédito ha de efectuar las correspondientes provisiones por los excedidos que presenten los créditos, no pudiendo contabilizar los intereses correspondientes a estas cuentas en tanto no se cobren, y procediendo a reclasificar como dudosos los créditos correspondientes".

Además, el informe insiste en la necesidad que Banesto debe aumentar sus recursos propios [capital y reservas]. La evolución de la actividad de Banesto en los últimos ejercicios y las características propias de su grupo económico, según el acta, han venido produciendo una escasez crónica de recursos propios en relación a los requeridos por la normativa vigente. "Aun cuando la aplicación de la nueva normativa contenida en la Circular 5 / 1993 ha suavizado el régimen legal aplicable y la ampliación de capital realizada por el banco ha contribuído a mejorar la situación patrimonial, los recursos propios continúan siendo notoriamente insuficientes para el volumen y las características de la actividad del grupo Banesto".

El Banco de España afirma que Banesto presentó un inexacto exceso de recursos propios de 29.725 millones de pesetas. El déficit de 529.648 millones de pesetas resulta de aplicar los ajustes de 559.373 millones de pesetas estimados por la Inspección del Banco de España.

El informe del banco emisor pormenoriza a continuación el plan de saneamiento que le presentó Banesto para remontar la situación de crisis y las discrepancias sobre valoraciones de la situación que tuvieron la entidad y el propio Banco de España. Tras explicar que la autoridad monetaria y los responsables de Banesto han llevado a cabo conversaciones durante los últimos meses tendentes a concordar la situación de los recursos propios y a determinar los procedimientos de saneamiento necesarios, "en el mes de diciembre del corriente año, Banesto ha presentado un plan de saneamiento en el que reconoce la necesidad de ajuste por 372.000 millones de pesetas. El Banco de España, por su parte, considera que los ajustes han de elevarse, al menos, a 455.000 millones de pesetas". [Las posiciones de Banesto y Banco de España se reflejan en el cuadro comparativo adjunto de esta página].

Falta documentacíón

"No obstante, los responsables de Banesto no han aportado documentación suficiente para justificar la posibilidad de menores ajustes por importe de 48.000 millones. De aplicarse los saneamientos en base a las cifras reconocidas, por Banesto, se producen unos efectos en recursos propios distintos de las cifras resultantes del punto de partida del Banco de España", afirma el acta.

La inspección puso de manifiesto la fuerte concentración de créditos detectada en el banco con sus empresas participadas. "Junto a la escasez de recursos propios, el grupo consolidado de Banesto ha mantenido en los últimos ejercicios una concentración de riesgos con su grupo no consolidado que excede del límite permitido por la normativa en vigor. El Banco de España requirió en distintas ocasiones a Banesto para que situara estos riesgos dentro del límite legal, la última de ellas el 27 de diciembre de 1991, comunicándole que, en principio, esta anomalía debía subsanarse no más tarde del 31 de diciembre de 1992".

"Ello no obstante, en el primer semestre de 1993 la concentración de riesgos con su grupo económico ha aumentado de forma notable tras haber realizado el grupo nuevas inversiones en sociedades filiales no sonsolidables e incrementar los riesgos con otras en sustitución de los concedidos por otras entidades del sistema crediticio. Al 30 de junio de 1993, según datos del propio Banesto, estos riesgos ascendían al 64,34% de los recursos propios declarados entonces por la entidad".

Esta situación es calificada de "particularmente grave" en el acta no sólo al exceder el límite del 40% de los recursos propios establecidos en la normativa vigente, sino también al tener en cuenta los límites de concentración establecidos por la nueva normativa a las puertas de su entrada en vigor, que, a partir de 1 de enero de 1994, la limita como máximo al 30% de los recursos propios.

Por lo que respecta a la cuenta de resultados, señala que "ha presentado en los últimos ejercicios una debilidad acentuada en la generación de recursos, que es más acusada en el ejercicio actual al incidir de forma significativa el entorno general de reducción de los márgenes bancarios."

"En 1991 y 1992" -prosigue el acta- "el banco presentó beneficios superiores a los realmente generados y en, 1993, sólo los beneficios extraordinarios y la especial coyuntura de caída de los tipos de interés y de evolución de los tipos de cambio, que ha producido importantes beneficios de carácter no recurrente, han permitido hacer frente, aunque sólo parcialmente, a las necesidades ordinarias de saneamiento derivadas del incremento de la morosidad."

Activos improductivos

Esta debilidad de la cuenta de resultados tiene en el caso de Banesto, "unas claras razones estructurales" motivadas por el gran volumen de activos improductivos contabilizados en su balance y por el fuerte crecimiento de los gastos de explotación en los últimos, ejercicios, que han colocado los coeficientes de gastos sobre activos totales medios del banco en cifras significativamente superiores a la media del grupo de referencia.

"En consecuencia, la cuenta de resultados del banco, con un margen de explotación que sería casi nulo en 1993 sin los beneficios estimados como no recurrentes, o negativos si tenemos en cuenta la incidencia sobre los productos ordinarios de las fuertes reclasificaciones a dudosos todavía no realizadas, no puede hacer frente a los importantes saneamientos pendientes sin incurrir en fuertes pérdidas."

El acta de intervención prosigue que las perspectivas de los próximos ejercicios, en los que se prevé un endurecimiento de la competencia, hacen que no se vislumbren posibilidades de una mejoría de la cuenta de resultados "si no existe un cambio significativo en la gestión de la entidad."

Como consecuencia de todo ello el Banco de España justifica la intervención de Banesto para salvaguardar los activos de la entidad y evitar en lo posible los perjuicios que de su situación puedan derivarse para sus depositantes y para el sector financiero.

El Banco de España atribuye el deterioro del banco al equipo gestor y estima inevitable "la entrada de nuevos administradores con probada profesionalidad y experiencia, con el apoyo de la comunidad bancaria y del Fondo de Garantía de Depósitos en Establecimientos Bancarios, lo que constituye la única vía para establecer la verdadera situación del banco, proponer los mecanismos adecuados para su reflotación y administrar la entidad con el objetivo de superar la situación en que se encuentra incursa".

Según la inspección realizada en Banesto y conforme al acta los antecedentes analizados no dejan lugar a dudas sobre la excepcional gravedad de la situación por la que atraviesa Banesto, cuyo progresivo deterioro ha colocado en serio peligro su propia estabilidad patrimonial, además de implicar un gravísimo riesgo para el correcto funcionamiento del sistema financiero español" . Finalmente, el Banco de España afirma que la situación a la que ha llegado Banesto "supone una amenaza directa para los depositantes y acreedores de la citada entidad y para el propio sistema general de pagos, todo ello agravado por el público y rápido deterioro sufrido por la situación del grupo".

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