La mujer en la música y el cine en las calles

La mujer en la música popular es otro de los hilos conductores propuestos para Lisboa 94. Será como, una especie de gran festival de un año entero para el cual serán utilizados todos los espacios disponibles y en el que participarán todas las formas y géneros musicales.Si la mujer ocupó efectivamente un lugar excepcional en la música tradicional portuguesa, como inspiradora e intérprete, la elección de este tema permite encuadrar en una continuidad histórica el fado y a sus grandes intérpretes femeninas. El festival pretende destacar como merecen a dos de las grandes voces portuguesas, que son la "inolvidable e inoxidable" Amalia Rodrigues y Teresa Salgueiro, la vocalista de Madredeus, el grupo portugués que actualmente triunfa en todo el mundo.

El programa es interminable, no totalmente confirmado, e incluye desde megaconciertos en estadios de fútbol hasta una decena de espectáculos (óperas y recitales) en las dos grandes salas líricas tradicionales de Lisboa (completamente renovadas para la ocasión), que son el coliseo de Los Recreos y el teatro de San Carlos. Música de cámara (sobre todo el barroco portugués, recientemente redescubierto), grandes solistas, folk, pop, rock, jazz, conferencias y ediciones discográficas especiales.

La gala de apertura, el 26 de febrero en el coliseo, presentará a Georg Solti a la cabeza de la Orquesta Sinfónica de Londres, pero están contratadas 12 orquestas de toda Europa y decenas de líricos y solistas. De la agenda propuesta a los amantes del bel canto citamos apenas algunas de las óperas programadas para el coliseo o el teatro de San Carlos: La Traviata, Fausto, Los Capuleto, Don Giovanni, Salomé, Tristán e Isolda, Orfeo y Euridice, Carmen, Julio César, Medea y El rey Arturo. Tres estrenos en Lisboa -La vuelta de Ulises, de Monteverdi; El caso Makropoulos, de Janacek, y la ópera sueca Ett drompsel- servirán de contrapunto a un ciclo de música de cámara y otro de grandes coros de ópera.

La danza está también abundantemente representada, con coreografías clásicas o nuevas, de las que se destaca Amaramalia por el Ballet Gulbenkian, collage musical de fados de Amalia Rodrigues. En el apartado teatral citemos dos creaciones especialmente dedicadas a Lisboa 94: Vieira, un montaje que, a través de la vida y de las obras del jesuita Antonio Vieira, constituye una especie de Las casas lusitanas, que trata de las relaciones entre Portugal y Brasil; y Luisa Todi, inspirada en la vida de la gran diva portuguesa del siglo XVIII.

Pero Lisboa no olvida lo mucho que debe a los "otros mundos", y, durante el mes de mayo, la capital de la cultura europea lo será también de la cultura iberoamericana, con un vasto programa, aún no divulgado y a cargo de la UCCI, o sea, la Unión de las Ciudades Capitales Iberoamericanas.

Estaba previsto también un festival de la cultura lusófana que debería ser una gran oportunidad para dar a conocer las culturas de las ex colonias portuguesas de África, destacando la música de Cabo Verde y Angola, y las artes plásticas de Mozambique. Pero la guerra que sigue devastando estos países africanos obligó a posponer la iniciativa.

Difícil será para el visitante ocasional poder seguir un ciclo de cine muy especial, que se abrirá con el reestreno de la antológica Ciudad Blanca, de Tanner, y con el estreno de una película de Wimn Wenders sobre Lisboa, encargo de la comisión Lisboa 94. El ciclo, Lisboa en el Cine, reunirá todas las obras cinematográficas cuya acción discurre en Lisboa o fueron realizadas en esta ciudad, desde Casablanca hasta La casa de los espíritus.