Mozart y Schubert en una ciudad sitiada

La músicas de Wolfang Amadeus Mozart y de Franz Schubert sonaron la noche del 31 de diciembre en una Sarajevo espectral y cercada desde hace 21 meses, sin electricidad ni suministro de agua. La cantante norteamericana Barbara Hendricks participó en la Nochevieja en un concierto en Sarajevo, acompañada de la orquesta de la radiotelevisión de Bosnia-Herzegovina dirigida por el francés Michel Tabachnik. El concierto, al que asistieron varios centenares de personas, se celebró en un edificio de la televisión. Hendricks se mostró convencida de la validez moral de su actuación en una ciudad donde más de 50.000 personas han resultado muertas o heridas desde que comenzara la guerra en abril de 1992.En un ambiente de desesperación y de escepticismo, el presidente de Bosnia, el musulmán Alía Izetbegovic, señaló en su discurso de fin de año: "Hemos dejado atrás el año más difícil en la historia de nuestro pueblo, pero ha sido también el año del honor porque nos hemos resistido al crimen. Los poderosos de la tierra no le hicieron frente, aunque podían, pero ese trabajo lo cumplieron nuestros combatientes". El primer ministro bosnio, Haris Siladizic, acusó ayer a las potencias internacionales de apoyar al agresor y no a las víctimas en la guerra.

El Gobierno de Bosnia-Herzegovina, de mayoría musulmana, envió ayer una carta al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y a la Unión Europea para protestar por el recrudecimiento de los ataques contra una ciudad que fue declarada en mayo como zona segura de la ONU.

Los combates continuaron ayer en varios frentes de Bosnia en un enésimo incumplimiento de la tregua pactada por los tres bandos para las Navidades. Croatas y musulmanes protagonizaban duros enfrentamientos en Vitez, en Bosnia central.