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Los 1.265 evacuados de Sarajevo llegan a Serbia y a la costa croata

El millar largo de civiles de Sarajevo -en su mayoría niños, ancianos, mujeres y heridos de guerra- que salieron el martes de la capital bosnia llegaron ayer a Serbia o a ciudades de la costa croata tras un viaje marcado por el frío y las dificultades. La evacuación pudo llevarse a cabo bajo los auspicios de las fuerzas de la ONU y tras meses de arduas negociaciones entre los tres bandos (serbios, musulmanes y croatas). Quienes abandonaron Sarajevo pertenecían a las tres partes, aunque con mayoría de musulmanes y de croatas.De hecho, 1.115 evacuados se instalaron ayer en diversas zonas del litoral adriático croata, en especial en Split y en Dubrovnik, mientras unos 150 llegaron a Belgrado, la capital de Serbia. Azra, una mujer musulmana, resumía las razones del abandono de la sitiada Sarajevo al afirmar: "No me pregunten porqué me voy. Pueden ver que me marcho con mis dos hijos. Estoy feliz de marcharme, pero también me duele dejar a mi marido en estas cricunstancias". Después de los intensos bombardeos de la artillería serbia del martes, que causaron un muerto y 14 heridos, la capital de Bosnia vivió ayer una jornada relativamente tranquila, según informó el portavoz de los cascos azules, Idebald van Biesebroek.

En cambio, los combates se han intensificado en las últimas semanas en el norte de la república, sobre todo en la región de Olovo, a unos 30 kilómetros de Sarajevo. Según fuentes de la ONU y del Gobierno de mayoría musulmana, las batallas han provocado centenares de muertos, en especial, entre las filas de las milicias serbias. La zona septentrional de Bosnia interesa especialmente a los serbios para comunicar todas las regiones que mantienen bajo control militar.

Otra zona caliente de guerra se sitúa en Mostar, donde los más de 50.000 musulmanes atrapados en el sector oriental de la ciudad, resisten los bombardeos croatas en una situación desesperada desde hace meses. Las autoridades del sector musulmán de Mostar realizaron ayer un dramático llamamiento para que lleguen convoyes humanitarios con alimentos, medicinas y combustible.

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