El director provincial del Inserso dimite para no seguir "a contrapelo"

El director general del Instituto de Servicios Sociales (Inserso), Héctor Maravall, le destituyó hace tres meses; pero la ministra de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi, le ratificó en el cargo. Ahora, Manuel Sánchez Montañés, director provincial del Inserso, ha decidido abandonar su puesto. Así se lo comunicó ayer al subsecretario del ministerio, Santiago de Torres. Grupos de ancianos y disminuidos expresaron ayer su "disgusto" por esta decisión.

Sánchez Montañés, que llevaba seis años al frente de la Dirección Provincial del Inserso, ha decidido dejar su cargo porque considera que no puede continuar en él "a contrapelo".El pasado 23 de septiembre, el director general del Inserso, Héctor Maravall -en el puesto desde hace 15 meses- había decidido destituir a Sánchez Montañés. Según Maravall, entre ambos existían "profundas discrepancias en tomo al enfoque de gestión del organismo". "Sánchez Montañés tiene buenas relaciones con los colectivos de minusválidos y de la tercera edad, pero descuida las labores de despacho", afirmó. Durante el tiempo en que ambos coincidieron en el trabajo de servicios sociales se sucedieron los enfrentamientos, según reconocieron ambos.

Fuentes sindicales aseguran que Sánchez Montañés organizaba para los ancianos actividades de elevado coste. "Trabaja de cara a la galería", dijeron las mismas fuentes. Pero el hasta ahora director provincial niega esos extremos: "Las cuentas están ahí para el que las quiera ver". Sánchez Montañés entiende que el trabajo con los ancianos y con los disminuidos ha de desarrollarse en contacto directo con ellos. La noticia de la destitución molestó en su día profundamente a los colectivos de disminuidos y de la tercera edad, beneficiarios directos de la labor que desarrolla el Inserso.

Pronto anunciaron movilizaciones y enviaron cartas a la ministra Cristina Alberdi, para que congelase la destitución de Sánchez Montañés. A estas protestas se unieron las de algunos de los alcaldes del sur de la Comunidad. El efecto fue inmediato, pero sólo ha durado tres meses. "Si un director general tomó la decisión de destituirme es absurdo que yo continúe", explicó ayer Sánchez Montañés, tras poner su cargo a disposición del subsecretario del ministerio, Santiago de Torres, quien aceptó la dimisión. "Ha llegado el momento de irse", aseguró Montañés.

Toros en Las Ventas

Uno de los capítulos más criticados de la gestión de Sánchez Montañés desde la Dirección General fue una fiesta taurina organizada por la Dirección Provincial para 25.000 pensionistas, el pasado 30 de junio, en el coso de Las Ventas. Héctor Maravall aseguró que se trataba de un derroche. La Comunidad de Madrid y Caja de Cataluña colaboraron en la organización, y los toreros actuaron gratis. La Dirección Provincial empleó unos 3,5 millones en organizar el acto, según Sánchez Montañés.Tras anunciar la intención de abandonar su cargo público, a Sánchez Montañés le espera una oferta en los cuadros directivos de la Asociación Nacional de Disminuidos Españoles (ANDE). Pero aún no ha decidido si la aceptará.

La decisión de dimitir no ha gustado a los disminuidos y a los ancianos. Para José Rodriguez, presidente de la Federación de Minusválidos de Madrid (Famma), es una "desgracia que Sánchez Montañés haya dimitido". El disgusto en los colectivos de ancianos roza la indignación. Antonio Madero, presidente del Consejo de la Tercera Edad, que engloba a 400.000 pensionistas, anunció ayer su intención de "hacer dos o tres cosas importantes para presionar al ministerio".