Numerosos hijos de veteranos de la Guerra del Golfo han nacido con anomalías físicas
Un inusitado número de nacimientos con algún tipo de taras se registran entre hijos de soldados que durante la Guerra del Golfo estuvieron al parecer expuestos a armas químicas y biológicas, según informaba ayer la prensa británica.
Una alta tasa de abortos naturales y enfermedades aparece entre las mujeres de veteranos de la Guerra del Golfo, de acuerdo con fuentes militares y del Congreso de los Estados Unidos. Los defectos físicos de nacimiento más frecuentes van desde problemas de orden circulatorio o respiratorio hasta dedos con alguna clase de atrofia o pies planos.
El Pentágono no reconoció en su momento como enfermedad el síndrome del Golfo, pero el presidente Clinton ha firmado un decreto que otorga prioridad en el tratamiento sanitario a "veteranos que pueden haber estado expuestos durante la Guerra del Golfo a sustancias tóxicas o riesgos medioambientales".
Ammie West, organizadora de una asociación de apoyo a los afectados de Misisipí, afirma: "Los políticos piensan que pueden ignorar a los hombres. Pero, cuando se trata de niños, esa actitud no vale. No puedes pelear con una inadre". A Tracey West, cuyo hijo Jeremy nació el pasado julio con una extraña enfermedad de la sangre, se le comunicó que no podrá tener más niños.
El médico Ron Kirkpatrick dice: "De los 54 hombres y mujeres pertenecientes a cuatro unidades de Misisipí que han tenido hijos desde entonces, 34 tienen hijos con problemas de salud".
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