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Una empresa repartidora de pizzas deberá pagar 11.000 millones por un atropello

La empresa Domino's Pizza -famosa por garantizar el reparto de pizzas a domicilio en media hora y la mayor en su sector en Estados Unidos- fue condenada el pasado viernes a pagar 78 millones de dólares (casi 11.000 millones de pesetas) a una mujer que sufre jaquecas y dolores crónicos de espalda tras ser atropellada en Saint Louis (Misuri) por un coche de la empresa. Según el veredicto del jurado, un conductor de 18 años de Domino's Pizza se saltó un semáforo en rojo y atropelló a Jan Kinder, de 49 años.

La mujer sufrió heridas en la cabeza y en la columna. Al conocer la decisión del tribunal, el presidente de la empresa, Thomas Monaghan, dijo en rueda de prensa que la sanción no se correspondía con "las circunstancias factuales del caso", aunque reconoció que Domi no's Pizza había retirado el pasado martes su característica garantía de entregar en 30 minutos o, en caso contrario, devolver al comprador 3 dólares (420 pesetas).No es la primera vez que Domino's Pizza, con sede en Ann Arbor (Michigan), ha sido denunciada por accidentes de tráfico o por incumplimiento de sus promesas de entrega. El pasado mayo, tuvo que pagar 2,8 millones de dólares (casi 400 millones de pesetas) por la muerte de una mujer que fue atropellada por un camión de reparto de Domino's Pizza.

Según informaciones de prensa, se han emprendido diferentes acciones legales contra Domino's Pizza al menos desde 1986. Tan sólo en 1988, 20 personas murieron a consecuencia de la política de reparto de la empresa, y cada accidente implicó pagar 11,5 millones de dólares (unos 1.600 millones de pesetas).

Thomas Monaghan manifestó querer suprimir todas las propinas que la entrega en media hora acarrea, por incitar al personal de Domino's Pizza a conducir de forma temeraria.

Una asociación cívica, Gente Contra el Reparto Peligroso, dice en un comunicado: "El problema de Domino's Pizza no es únicamente el de las propinas. Los hechos demuestran, más allá de toda duda razonable, que tanto los conductores de Domino's Pizza como el público se ven puestos en peligro de forma continua e innecesaria como resultado de una política de reparto deliberada".

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