Quiebra de las empresas cárnicas CAI, con una deuda de 10.300 millones

El juez Jesús Santiago Delgado ha decretado la quiebra del grupo cárnico Corporación Alimentaria Ibérica (CAI). El grupo es uno de los principales conglomerados españoles del sector. CAI emplea a 600 trabajadores y deja unas deudas de 10.300 millones de pesetas, según afirmaron ayer fuentes de la dirección.

CAI es propietario de las empresas Purlom, El Pamplonica y Conservas Taboada. Las dos últimas tienen fábrica en Navarra y la primera en la localidad barcelonesa de Abrera. CAI posee también un 30% en el matadero Explasa, con sede en Vic, que suspendió pagos hace un mes.

El juez ha instado la quiebra a petición de los trabajadores de El Pamplonica, la principal participada del grupo. Estos trabajadores, a los que la empresa adeudaba 72 millones de pesetas en salarlos atrasados, pidieron la quiebra el pasado mes de abril.

De la Rosa, perjudicado

La decisión judicial supone que el propietario del grupo, Ramón Fiter, deberá llegar a un acuerdo con los acreedores y liquidar la empresa, dijeron fuentes de la compañía. La dirección, sin embargo, estudiaba ayer recurrir ante la Audiencia la decisión judicial. El secretario del comité de empresa, Miguel Requena, manifestó: "Exigiremos a Fiter y la Generalitat que no abandonen la empresa". Requena dijo quelos trabajadores de El Pamplonica pretenden seguir con la actividad, pero bajo otro nombre. Estos trabajadores han tenido el apoyo del Gobierno de Navarra.El empresario Javier de la Rosa es uno de los perjudicados por la quiebra. De la Rosa prestó 2.500 millones a CAI hace un año. Este préstamo formó parte de una operación por la que De la Rosa financió la entrada de Fiter en la inmobiliaria Urbas.

Hasta el último momento, Fiter ha intentado parar la quiebra. El empresario presentó al juez un plan de reflotamiento que incluía medidas laborales y una inyección de fondos de 1.500 millones y la promesa de apoyos de la Generalitat de Cataluña.